Sonidos de punk y rock, cada vez más abiertos al metal y siempre desde una lírica peleona y combativa en la creencia de que la lucha puede convertir en realidad las utopías. Así son Deklibe, la banda guipuzcoana triunfadora en el III Musika Km0, organizado por Grupo Noticias con la colaboración de la Universidad Euneiz, Eusko Label, cervezas Ambar y Aena. El quinteto está a punto de editar su segundo disco con colaboraciones de Reincidentes, Marea y Kaotiko, y actuará en directo este miércoles en la sala Kupula del Teatro Campos Elíseos de Bilbao. “Lo nuestro es el rock protesta y callejero”, aseguran Mikel, su guitarrista, y David, su vocalista.
Tienen un disco publicado, otro en capilla y se presentan al certamen y lo ganan.
Una amiga bilbaina a quien le gusta el heavy nos mandó el enlace y decidimos presentarnos. No es la primera vez, el año pasado ya habíamos ganado otro concurso en Carcastillo (Nafarroa). Sirven para darte notoriedad y que te conozca más gente fuera de tu ciudad. En nuestro barrio nos conocen, pero no en Carcastillo o en Bilbao. Sí hemos tocado en Basauri, por ejemplo.
El grupo tiene ya cierto recorrido.
Sí, surgió entre 2010 y 2012, aproximadamente, por parte de dos colegas de barrio que siempre han querido expresar sus inquietudes mediante el rock'n'roll. Hemos ido mucho a conciertos y festivales, y teníamos esa necesidad. David se incorporó más tarde, hace dos años. Alternábamos temas propios y versiones, y fuimos tomándolo en serio poco a poco… hasta hoy. Ha habido muchos cambios de componentes por la vida misma, que si un hijo, residencia en otra ciudad... Pero la esencia sigue ahí, intacta, y los excomponentes nos siguen y colaboran con nosotros. Somos un poco familia.
Y un grupo curtido, vamos.
En serio llevamos los últimos cinco años. Antes, íbamos al local, hacíamos unas canciones, lo pasábamos bien y tocábamos dos o tres veces al año. Ahora, hacemos entre 25 y 30 bolos al año, y todo autogestionado.
"Creemos que el mundo está en declive, somos más individualistas, no cuidamos el planeta… El nombre del grupo nos representa"
La ola coge altura, ¿no tendrán que cambiar de nombre?
Estamos ascendiendo últimamente, sí (risas). Lo de Deklibe es por nuestra línea ideológica. Creemos que el mundo está en declive, que somos más individualistas cada vez, no cuidamos el planeta, hay desigualdades sociales… El nombre del grupo nos representa.
Hablaban antes de versiones. Seguro que siempre fueron de punk y rock callejero.
Sí, siempre hemos tirado por ahí, por el punk y el rock, y algo de heavy metal, ya que Jorge tira más por ahí, por el más melódico. Pero sí, esas son nuestras influencias, las del punk rock estatal e internacional. Eso sí, en nuestro segundo disco hemos querido huir de las etiquetas. El debut era más lineal, este incorpora detalles más rockaroleros, algo de metal… Es más rock protesta y callejero.
Su último tema, ‘Pánico’, suena menos acelerado, menos punk y más heavy.
Por eso te decía. Las letras nos llevaban antes al punk y, además, tocábamos peor. Hemos mejorado y ahora hacemos lo que nos gustaría escuchar con las posibilidades que tenemos.
¿Cierto virtuosismo es necesario o basta con la ira y la visceralidad?
Un poco las dos. Nuestras canciones son historias reales, como la de un compañero que está en silla de ruedas, en la que llamamos a la inclusión de la discapacidad, o 'Madres de ayer', en la que hablamos de las madres de la posguerra...
Esto es más que fiesta ¿no?
¡Y tanto! Deklibe es mucho trabajo también. Somo cinco tíos remando a la vez, además de la gente que lleva las redes. Hay un equipo todos a una, lo que se está notando. Al aprendizaje y virtuosismo debe unirse el trabajo. Si no, no funciona.
Tienen una canción titulada ‘Sangre y fuego’. Sería una buena etiqueta ¿no?
(Risas). Tienes razón. Esa está incluida en el segundo disco, que ya está grabado, pero no editado. Estamos soltando canciones sueltas, dado como está la industria musical: comida rápida, música rápida. Vamos canción a canción, ya que si sueltas un disco entero solo se escuchan dos, el resto, ni caso.
"Las utopías y los sueños se consiguen luchando"
Se advierte un claro avance en sus últimos temas.
Y contamos con colaboraciones. En 'Madres de ayer' está Fernando Madina, de Reincidentes, y hemos grabado con Kutxi, de Marea, los Kaotiko… Es gente de renombre.

Reincidentes, Koma, Kaotiko… ustedes suenan a ellos.
Reincidentes es nuestra principal influencia, quienes más nos gustan a todos. Inconscientemente, haces lo que quieres escuchar y que Fernando haya incluido la segunda voz en 'Madres...' ha sido genial.
Han tardado en grabar este disco, han pasado ya casi seis años desde ‘La democracia ha muerto’
Ha estado por medio la pandemia, lo dejaron dos componentes… todo se pospuso. A finales de abril estará publicado este segundo disco. Lo hemos grabado con Haritz Harreguy, como el debut. Buen profesional y buena personal. Lo hicimos en dos semanas, lo llevábamos muy trabajado. Tocamos con claqueta y no costó porque estamos tocando mucho en vivo, casi dos fines de semana al mes. Si tocas, engrasas mucho. A pesar de ello, ensayamos un par de veces cada semana.
El alto contenido social de las letras es otra de sus características.
La música reivindicativa había caído en manos de lo que llamamos revolucionarios de fin de semana que tocaban, bebían y disfrutaban. Nosotros queremos escapar de la imagen del rockero desfasado, con letras verdaderas y predicando con lo que hacemos.
En el debut le cantaban al racismo, el fascismo, la corrupción, la perpetuación de la Corona… Seis años después de su debut, vamos a peor.
(Risas). Por eso seguimos trabajando. Ese disco sigue siendo actual, esos problemas siguen ahí. No le podemos cantar al amor porque esos problemas están ahí, y siguen las mismas diferencias.
¿Creen que la sociedad actual está muy acomodada?
Lo creo, sucede con las generaciones que lo han tenido todo. Los grandes logros históricos, sociales y obreros surgieron a raíz de lucha y en tiempos de escasez.
Dedican una canción a Mujica, el expresidente de Uruguay.
Otro referente. Es una manera de hacer política muy de verdad, la que da prioridad al ser humano y no a los mercados, que lo rigen todo. Con honradez, trabajo y valores humanos fue capaz de gobernar un país, y saliéndose de las élites mundiales. Es un ejemplo a seguir.
¿La música puede cambiar las cosas o es una utopía?
Creemos que sí. Lo que hoy es una utopía, puede dejar de serlo. Mira el trabajo de Clara Campoamor y su lucha por el sufragio universal. Que votara la mujer era una utopía hace un siglo, como que los trabajadores tuvieran un calendario laboral de 40 horas o que sus hijos fueran a la universidad. Las utopías y los sueños se consiguen luchando.
¿Cómo son sus directos?
Debería decirlo la gente, pero sonamos brutos y conectamos bien. Se ve que lo hacemos de verdad, que ofrecemos nuestra historia y nos expresamos en tiempo real. Ahí no está la magia del estudio, en un escenario es como se ve de verdad a un grupo.
¿Qué sonará en Bilbao?
Haremos tres temas, la citada 'Madres de ayer', 'Deklibe' y 'Síndrome de abstinencia', en la que colabora con nosotros Aarón Romero, el hijo de Kutxi (Marea). Este último tema está grabado, pero no publicado. Serán una del primer disco, otra del segundo ya conocida y otra de las recientes no publicadas.
¿Algo sobre su triunfo en el certamen?
Vemos que no tenemos nada que ver con el resto de ganadores. Gente de Esne Beltza nos ha dicho que tenemos mucho mérito porque no cantamos en euskera y hacemos música cañera. Es un orgullo y la recompensa al trabajo bien hecho.