Ayer, el día en que Jorge Oteiza habría cumplido 117 años, su Fundación Museo recibió a cientos de amigos y amigas de su valioso legado. Esa fecha especial fue la escogida por el Patronato de su Fundación Museo para dar a conocer Danok Oteiza, el proyecto que se propone aunar a personas y entidades en una comunidad en torno a la figura y el pensamiento del poliédrico creador de Orio.

Conectar ese valioso legado con la sociedad actual es el principal objetivo de esta comunidad, “un organismo vivo” con el que se busca complementar la actividad y las acciones desarrolladas por el Museo de Alzuza. Así lo aseguró ayer por la mañana la presidenta del Patronato de la Fundación, Jaione Apalategi, recordando que Danok Oteiza hace realidad “un mandato que el propio Jorge Oteiza” ya reflejó en los Estatutos de su Fundación Museo, y da respuesta a la concepción que el poliédrico artista tenía del arte y la creación como “una poderosa herramienta de transformación social y colectiva” a través de la cual fomentar “el espíritu crítico” y crear “un imaginario compartido”.

Danok Oteiza quiere servir de referencia para las personas o entidades que quieran compartir e identificarse con el ideario creativo, estético y cultural de Jorge Oteiza, participando e interactuando en una dinámica compartida. El principal objetivo es proyectar hacia la sociedad actual la figura y obra del artista, acercarla a la gente e impulsar en este sentido una conexión estable y continuada en el tiempo. “Hay mucha gente que no conoce este museo, algo no habremos hecho bien para que esto esté sucediendo”, dijo Jaione Apalategi, quien recordó ayer dos hitos en la consecución de la Fundación Museo de Alzuza: la decisión de Oteiza de ceder toda su obra artística y de pensamiento al pueblo navarro, a través de la creación de un Patronato en el que desde el principio el Gobierno de Navarra está presente y activo, algo que el creador manifestó en 1992, un mes después de morir su mujer, Itziar Carreño Etxeandia; y la firma de la constitución de los Estatutos de dicha Fundación, el 21 de octubre de 1996, día que Oteiza cumplía 88 años. “Derivado de ese documento presentamos hoy el Danok Oteiza, porque a la vez es un mandato fundacional del propio Jorge Oteiza”, recalcó Apalategi.

En palabras del director de la Fundación Museo Jorge Oteiza, Gregorio Díaz Ereño, esta nueva “comunidad de amigos y amigas” es “para toda la sociedad” y persigue “que la gente se identifique con la obra y el pensamiento de Jorge Oteiza, y, como a él le habría gustado, que se interactúe con ese legado y a partir de ahí se siga construyendo, se siga generando”, dijo, asegurando que Danok ha tenido “un desarrollo importante en el tiempo, se ha pensado, meditado y construido para darle la solidez que hoy damos a conocer”.

El proyecto arranca con tres acciones: un audiovisual de Oskar Alegria en colaboración con EITB, una novela gráfica de Asisko Urmeneta que verá la luz a finales de 2026 y la reedición de la Guía de la Fundación Museo Jorge Oteiza. Sobre su audiovisual Oteiza 14 apostolu, que se proyectó ayer en el Museo de Alzuza, Oskar Alegria dijo que ha sido “un desafío” que para él ha supuesto “un privilegio” abordar; en él da voz a “catorce personalidades que hasta ahora no han sido consideradas tan oteizianas”, 14 “apóstoles”, cada uno de los cuales escoge una máscara propia con la que se retrata. Todos, en su conjunto, representan la diversidad de disciplinas artísticas e intereses culturales vinculados a la obra y el pensamiento estético de Oteiza. El audiovisual pone especialmente en valor la poesía, que el de Orio concebía como una hoja en blanco en la que había que poner una palabra y esperar.