Con 53 directoras y 50 películas, el ciclo de Cineastas Vascas organizado por la Filmoteca Vasca llega a su fin. Así lo ha anunciado este miércoles el director de la cinemateca, Joxean Fernández, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por una nutrida representación de esas realizadoras, entre las que se encontraban Mireia Gabilondo y María Elorza, como representantes, respectivamente, de la primera y de la quinta edición de este programa. También ha participado la profesora de la Universidad de Deusto e investigadora María Pilar Rodríguez, coordinadora de la monografía Cineastas Vascas que la cinemateca publicó en 2022. 

Aunque el ciclo concluya, eso no significa que la labor de las mujeres cineastas haya llegado a su fin y, por lo tanto, la Filmoteca Vasca continuará dándoles “difusión”.  20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola; Nina, de Andrea Jaurrieta; Arima de Jaione Camborda; y A los libros y a las mujeres canto, de Elorza, que se verán entre abril y junio en Tabakalera, en Artium de Gasteiz y en el Museo Bellas Artes de Bilbo, demuestran lo mejor que pueden dar las realizadoras de Euskal Herria.

Entre las doce propuestas, casi la mitad, serán películas de no ficción. Es el caso de Enero, de Ione Atenea; Polaris, de Ainara Vera; Young & beautiful, de Marina Lameiro; Pizti bat, agian, de Ainhoa Gutiérrez del Pozo y Olatz González Abrisketa; Las letras de Jordi, de Maider Fernández Iriarte; Arduraz komunika dezagun, de Aitziber Zapirain; y la antedicha A los libros y a las mujeres canto.

Para concluir el ciclo, en colaboración con (H)emen, se ha organizado una sesión de cortometrajes “para hacer un guiño a este formato y a una iniciativa que impulsa el desarrollo de proyectos liderados por mujeres cineastas”. Se proyectarán Hemen da bizi da maitasuna, de Ainhoa Olaso y Enara García; Prioridades, de Tamara Lucarini; Hadas, de Beatriz de Silva; Komando Marmitako, de Uxue Botas y Ane Nafarrate; Pomo d’oro, de Nerea Sciarra; y Azkena, de Ane Inés Landera y Lorea Lyons.

Cada vez más realizadoras

“Hemos querido alumbrar el talento”, ha explicado Fernández, en referencia al objetivo que ha atravesado esta iniciativa desde sus inicios. “Termina este formato de Cineastas Vascas, pero no termina la voluntad de la Filmoteca de seguir encontrando vías de difusión para su trabajo a través de la investigación, la recuperación, conservación y patrimonio cinematográfico vasco”, ha añadido.

En su turno de palabra, Mireia Gabilondo, que participó en la primera edición del ciclo con la película Erlauntza/El enjambre, desarrollada en plena pandemia, ha recordado que en aquel momento se preguntaron cuántas temporadas iba a durar el ciclo. “Eso es lo bonito, que no fue cosa de un año”, ha comentado, dado que eso demuestra que cada vez más mujeres se sientan en la silla de la dirección y, por lo tanto, el resultado es cada vez “más plural”.

María Elorza, por su parte, ha manifestado que se siente honrada por estar incluida en el listado de 50 realizadoras conformado por la Filmoteca. A renglón seguido, se ha congratulado por el hecho de que su trabajo se muestre en un “contexto o con un marco”, que atenúa la soledad de la creación.

Por último, Rodríguez ha tomado la palabra para insistir en la necesidad de seguir fomentando investigaciones y literatura científica sobre las mujeres y el cine, algo en lo que también ha ayudado este programa de proyecciones.