Desde el pasado 17 de diciembre en que se inauguró la renovada Sala de Prehistoria con dos excepcionales hallazgos arqueológicos como son la Mano de Irulegi y el esqueleto del Hombre de Loizu, el goteo de visitantes es constante cualquier día en el Museo de Navarra. Y los fines de semana, en especial domingos y festivos, la afluencia se multiplica.
Todo el mundo quiere ver de cerca la Mano de Irulegi, fotografiarla, retratarse con ella. Es el gran reclamo. Y los restos humanos más antiguos descubiertos en Navarra, del llamado Hombre de Loizu, la gran sorpresa.
Las dos piezas, que lucen en unas vitrinas estancas por seguridad, con control de temperatura y humedad para garantizar que estén en el mejor clima posible, “acaparan el 90% de la atención de los visitantes” que se acercan a la Sala de Prehistoria. “Es lo que la gente pedía y a lo que la gente venía”, dice Oier Santamaría, responsable de mediación en este espacio y quien desde el día de la inauguración expositiva de los dos hallazgos arqueológicos acompaña las visitas aclarando dudas y ampliando información a quienes se acercan a estas extraordinarias piezas. Hasta el pasado 6 de enero ha ofrecido mediación en sala todos los días en castellano y en euskera, y desde ese día sigue haciéndolo los viernes por la tarde, y sábados y domingos mañana y tarde.
“La gente se va súper agradecida, valora mucho que haya alguien que le esté ayudando a entender las piezas. Todo el mundo viene por la Mano de Irulegi y se suelen ir bastante más sorprendidos con el Hombre de Loizu, que es una cosa que a mí me está gustando mucho. Está siendo un gran descubrimiento y lo que más interés y más preguntas está generando. La Mano es el gran reclamo, pero todo el mundo la conoce y ya lleva dos o tres años escuchando hablar del tema, así que los visitantes la ven un rato, le sacan fotos o me piden que les retrate con ella. Hacen un par de preguntas y pasan el Hombre de Loizu, donde se quedan bastante más tiempo”, cuenta Oier Santamaría.
El esqueleto nos interpela
“Ante el Hombre de Loizu la gente se queda hipnotizada”
Ante el esqueleto de más de 11.700 años de antigüedad, “la gente se queda hipnotizada”. “Al ser tan completo, tan grande, es muy llamativo”, dice el mediador. “Es que le haces muchas preguntas a un esqueleto, que es el abuelo de Navarra. Porque nos afecta, acaba siendo una experiencia, nos vemos reflejados, ahí vamos a acabar todos”, apunta la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jover.
La expectación en torno a estos dos hallazgos se está reflejando en las cifras de visitantes. Del 17 al 31 de diciembre del pasado 2024, un total de 2.918 personas se acercaron al Museo de Navarra, 1.751 visitantes más que en el mes de diciembre de 2023. Y este enero de 2025, entre los días 2 y 12 se registraron 2.459 visitas (en el mismo periodo de 2024 fueron 1.136). “Algo llamativo que no había visto tanto en el museo hasta ahora es que está viniendo muchísima gente joven de entre 20 y 30 años. Curiosamente vienen más en pareja que en cuadrilla. Y familias y gente mayor, mucha, pero siempre vienen, no es algo nuevo”, apunta Santamaría.
Las preguntas de los visitantes que más se repiten tienen que ver, más que con la Mano en sí, con el tema de las excavaciones en Irulegi: “Quieren saber si se va a seguir excavando y qué más cosas se pueden encontrar; la gente está muy interesada en que salgan nuevos hallazgos”.