La Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia baja el telón este viernes a su 35ª edición con Una ballena, un neo-noir dirigido por el vitoriano Pablo Hernando, ambientado en el paisaje industrial de Bilbao y protagonizado por Ingrid García-Jonsson, que da vida a una asesina a sueldo que parece estar vinculada a unas criaturas monstruosas de las profundidades del mar.

“No me gustan nada las etiquetas. La película podría ser un thriller porque hay intriga, pero se asocia a películas en las que hay persecuciones de coches y más acción, y no es el caso; también terror, porque hay un monstruos, pero no hay sustos; y misterio, que es la definición que más me gusta”, ha explicado este jueves el cineasta sobre un proyecto que lleva en desarollo diez años y que pensó en situar en la zona industrial de Bilbao y alrededores cuando era estudiante y se desplazaba hasta el Campus universitario de Leioa.

Bajo esa localización, Hernando ha tejido una historia fría con elementos del fantástico que remite al universo de Lovecraft desde un puerto industrial. “En ellos hay cosas muy turbias y me atraía desde el desconocimiento. Me pegaba, además, unirlo con ese aspecto romántico y bonito de la pesca y el mar”, ha apuntado sobre un filme que produce la donostiarra Sr. & Sra y que cuenta en su reparto con Ramón Barea, Asier Tartás, David Pareja y Kepa Errasti, además de la mencionada García-Jonsson.

La actriz, precisamente, fue una de las primeras en subirse a bordo del proyecto del vitoriano, con el que ya había trabajado en la película Berserker y en el cortometraje El ruido solar. “Llevo tantos años pensando en la película que cuando nos pusimos a rodarla la tenía muy clara”, ha apuntado sobre un rol que la obligó a ponerse en mejor forma física y para el que tuvo como mayores referentes la forma de moverse de las ballenas y los pulpos. “Hemos visto muchas películas sobre asesinos a sueldo, pero todas son copias de otras copias. Hacer lo mismo suponía perder matices, por lo que me fijé en otras cosas”, ha aclarado.

Con todos estos elementos, Una ballena narra las disputas entre dos contrabandistas para hacerse con el control del puerto y la participación del personaje de García-Jonsson en todo ello. “A Pablo le seguíamos la pista desde hacía un tiempo porque Berserk nos flipaba. Cuando nos contó este proyecto vimos que encajaba con nuestra línea e producir películas que traten de transgredir el género”, ha añadido, por su parte, Leire Apellaniz, productora del filme.

Proyecto vasco

A la hora de generar la atmósfera de la película, Hernando ha contado con la ayuda de la directora de fotografía Sara Gallego y la compositora Izaskun González, con las que se puso en contacto él personalmente. “A Sara le manamos el guion y le preguntamos cómo se imaginaba la pelicula. Su respuesta coincidía exactamente con mi mirada”, ha revelado, mientras que sobre la música ha explicado que le pidió a Izaskun imitar un disco de ambiente que ella ya había realizado. “Hace electrónica que me gusta, pero para el ambiente del filme no pegaba. No quería que la música reforzara lo que vemos en la pantalla”, ha indicado.

“Tratamos de hacer algo vasco. Soy nada romántica con el cine y lo veo como un vehículo para comunicar. Cuando veo algo que es transformador y que nos mueve y nos estimula lo apoyamos. No quiero ver lo que ya existe”, ha señalado Apellaniz, que también participó en la producción de la película inaugural de la Semana de Terror, Daniela Forever. “La película está escrita para la costa vasca y no es nada frankensteniana. No la hemos forzado para que se haga aquí y eso es lo más importante de todo”, ha añadido.