En un pequeño pueblo de La Mancha, entre viñedos y tierras de cereales, vivos y muertos lidian con sus problemas “con la naturalidad propia” de las zonas rurales. Esta es la premisa que presenta el cineasta Enrique Buleo en su ópera prima, Bodegón con fantasmas, una película episódica que presenta este jueves en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia y con la que homenajea su propio pueblo, Villanueva de la Jara, en Cuenca. “No es una película sobre los pueblos y la España vaciada, solo está ambientada ahí”, ha asegurado el cineasta este miércoles en la presentación del largometraje,
Aunque Bodegón con fantasmas es la primera película de Buleo, cualquier persona que haya podido ver alguno de los cortometrajes anteriores que ha dirigido podrá apreciar un universo propio muy particular de comedia negra, historias cotidianas y un reparto que combina actores profesionales con otros que no lo son. “Ha sido una película complicada de mover porque tiene elementos fantásticos, pero para los festivales de cine de género se queda blanda y para el resto es demasiado fantástica”, ha revelado el director sobre un trabajo dividido en cinco historias.
“Las películas episódicas me fascinan. En la industria hay muchos prejuicios con ellas cuando no es algo para nada rompedor. Se llevan haciendo toda la vida. Creo que el público tiene menos recelos”, ha apuntado, al tiempo que ha confesado sentirse orgulloso de haber dirigido un filme dividido en episodios. “Como creador no me gusta tomarme el mundo tan en serio y busco un equilibrio entre la tragedia y el humor negro. Además, soy muy fan del entretenimiento y no comparto esa idea de los festivales de que si entretiene está mal”, ha agregado.
Bajo esa premisa, Buleo configura diferentes historias en torno a la muerte en un paisaje que conoce muy bien como es el de La Mancha. “Intento explorar desde lo que conozco. Que haya cada vez más autores haciendo películas desde lo natural me parece bien porque hacer todos el mismo tipo de lenguaje americano no tiene mucho sentido”, ha apuntado. Así, en la película se dan continuos encuentros entre vivos y muertos que, sin embargo, siempre tienen como objetivo final un fin cotidiano. “Hablamos mucho de lo fantástico cuando no podemos estar más acostumbrados a lo fantástico en los países católicos gracias a la Iglesia”, ha afirmado, explicando que el filme bebe de experiencias vitales suyas en el pueblo cuando era un niño. “Recuerdo a mi padre hacer ouija en el sótano entre champiñones, por ejemplo, así que quería hacer un homenaje con ese tono a la naturalidad de mi pueblo”, ha indicado.
Un reparto híbrido
Para contar estas historias, Buleo se ha nutrido de un reparto que combina actores profesionales con otros que no lo son. “Siempre he trabajado con actores que ahora se llaman naturales, pero, esta vez, quería hacer un híbrido porque sentía que en mis cortometrajes había ciertos personajes que necesitaban de una persona con más tablas. Aún así, esta mezcla me daba miedo porque podía haber mucho desequilibrio entre ellos”, ha observado.
Una de las actrices profesionales que forman parte del reparto es Consuelo Trujillo, que protagoniza el primero de los cinco episodios del filme. “Fue un viaje muy especial porque no sabía si estaba haciendo comedia, fantasía o cine rural. Mi experiencia fue ir detrás de él y confiar en su mirada y su mundo”, ha indicado la intérprete, que asegura que Bodegón con fantasmas habla de “personas solitarias que podrían vivir en cualquier lugar del mundo”.
“Es una película superpersonal. Es su mundo, pero también el nuestro porque está grabada en La Mancha y tiene un humor muy de ahí. Trata temas de la zona y de las personas que viven allí y lo hace, además, con un lenguaje personal”, ha explicado.