El Instituto de Arquitectura de Euskadi presenta en su sede de la Parte Vieja donostiarra Arboretum. Los árboles como arquitectura, con el objetivo de reafirmar el carácter arquitectónico de los árboles y resaltar la forma en que han sido objeto de reflexión arquitectónica.
Se nos dice que los árboles han ocupado un lugar importante en la historia de la arquitectura y que han sido durante siglos la fuente de uno de los principales materiales de construcción y que, por tanto, son uno de los elementos fundamentales del diseño arquitectónico y de los proyectos de desarrollo urbano. Se pretende reflejar cómo arquitectura y árboles siempre han estado íntimamente ligados.
Para ello se han reunido multitud de ejemplos de todo el mundo y también de nuestro entorno, de diferentes épocas y distribuidos en la salas a manera de bosque, creando asociaciones libres y diversas interpretaciones. Se presentan 23 ejemplos concretos representados en diferentes formatos, como maquetas, grabados dibujos, fotografías, libros y materiales audiovisuales.
Bocetos del reconocido arquitecto Álvaro Siza, que utilizaba los mismos trazos para representar edificios y plantas se presentan con sus líneas matissianas, discontinuas y curvas. Yves Brunier proyecta el Jardín como algo continuo entre construcción y vegetación, a modo de collage, en lo que todo se enlaza y entrecruza. El Atelier Tsuyoshi Tane, estudio de Japón, ofrece la maqueta del Estadio bosque, no construido, para los Juegos Olímpicos de aquel país en 2020. Euskadi ofrece la imagen del Árbol de Gernika como sombra protectora del edificio y de la comunidad en la que se plantó.
Oscar Niemeyer, en su Brasilia Hotel, ofrece la relación entre arquitectura y naturaleza. Best Forest Building, de James Will Hayes, Luis Calleja, Suzuki Yamaha y Juan Kurchan, ofrece la relación de la naturaleza dentro de la arquitectura y el respeto de esta hacia ella, con todas sus contradicciones y aciertos. Mientras que Office presenta un espacio autónomo para la vegetación dentro del urbanismo como espacio de refresco y holganza. Duncan Lewis realiza sus alojamientos rurales como chozas cubiertas por la vegetación.
Un buen número de dibujos de entre los siglos XVIII y XX presentan la relación naturaleza arquitectura. Mies Van der Rohe, en su Crow Hall, refleja en sus cristales las sombras de los árboles. Alamedistas y antialamedistas donostiarras también poseen su espacio y la muestra se cierra con un Proyecto de transformación de los patios escolares en clave de vegetación propuesto por el Ayuntamiento de Donostia, que sería muy bueno que se llevara adelante.