El Festival de Cine y Derechos Humanos se ha inaugurado este viernes con la proyección de la última película de Benito Zambrano, El salto, centrada en las dificultades de los migrantes que intentan llegar a Europa a través de la valla de Melilla. Zambrano ha estado este viernes en Donostia y ha comparecido ante la prensa para presentar esta película, que también se ha estrenado en las salas comerciales –la premiére tuvo lugar en el Festival de Málaga–.

'El salto'

El salto cuenta la historia de Ibrahim (Moussa Sylla), un malinés que reside en Madrid sin papeles. Trabaja de albañil y vive con su pareja Mariama (Nansi Nsue), que está embarazada de la primera hija de ambos. Una mañana, cuando Ibrahim se dirige a trabajar es detenido en una redada policial y llevado a un Centro de Internamiento de Extranjeros con el objetivo de que sea repatriado a Mali.

Es en ese momento cuando se inicia la odisea de este hombre y es que odisea es el mejor término para definir el periplo de este migrante por volver junto a su familia. Al igual que el Ulises homérico, que ansía volver a Ítaca para retornar a los brazos de Penélope y poder educar a su hijo Telémaco, Ibrahim desea cruzar el Mediterráneo para volver a la que considera su verdadera casa.

También como el veterano de la Guerra de Troya, el malinés se encontrará con cientos de dificultades, como una despiadada red mafiosa que no duda en poner en peligro a los migrantes o la policía marroquí que acosa a los que esperan a saltar la valla de Melilla en los asentamientos del monte Gorogú.

Premio de Guion Julio Alejandro

Zambrano ha contado que el guion es escrito por Flora González Villanueba en 2014 y que un año después ganó el XII Premio de Guion Julio Alejandro, logrando que entidades como RTVE y el ICAA se involucrasen financieramente en una película que sabe que no va a mover masas para ir al cine pero que, no por ello, deja de ser necesaria.

Aunque el guion estaba ya escrito, Zambrano, según ha contado, quiso hacerlo suyo, motivo por el que comenzó con un arduo proceso de investigación hasta que dio con un migrante que tras un primer salto a la valla de Melilla fue devuelto en caliente. Posteriormente, con apenas 24 años se hizo líder del campamento Gorogú, un lugar tremendamente hostil, y preparó su segundo salto. Lo logró, llegó al Estado y consiguió un trabajo como cocinero. También conoció a su pareja y fue padre. El realizador ha sacado el móvil durante la rueda de prensa para enseñar una foto de su ahora amigo sonriendo frente a la valla. “No guarda ningún rencor”, dijo. Él inspiró a su Ulises.