El cocinero Andoni Luis Aduriz (Donostia, 1971) y el cineasta Paco Plaza (Valencia, 1973) no se conocían en persona. O eso pensaba, desde luego, el responsable del Mugaritz. Pero se equivocaba. La realidad es que el realizador, creador de la saga de terror REC, lleva 25 años siendo cliente del famoso espacio de invención y restauración situado en Errenteria y que cuenta con dos Estrellas Michelín. Paró allí, por primera vez, llevado por José Luis Rebordinos, actual director del Zinemaldia y entonces responsable de la Unidad de Cine de Donostia Kultura. Plaza conserva incluso una foto con Aduriz tomada allí hace más de dos décadas que demuestra que sí, que uno y otro ya se conocían. Pero ahora lo han hecho mucho más.
No en vano, el realizador se ha encargado de registrar el proceso de creación del menú de temporada de este espacio al que se resisten en llamar “restaurante”. Es algo más. “Habría que inventar un diccionario para intentar describir lo que es Mugaritz”, aseguró ayer Plaza en una conversación a tres bandas en Errenteria, con Aduriz y este periódico como vértices. “Ahora siento que Paco y yo somos viejos amigos”, añadió el cocinero. De hecho, después de horas y horas de convivencia han descubierto que entre la gastronomía y el cine hay mucho en común: “Se parecen: trabajas contra el tiempo y tomas decisiones que no quieres tomar”.
En este espacio, contó Aduriz, en el que se intenta subvertir la lógica de un negocio de restauración y donde hasta la imperfección de un plato puede ser intencionada, los creadores luchan, en primer lugar, contra el tiempo, dado que Mugaritz, tras las pertinentes semanas que permanece cerrado para confeccionar el nuevo menú, siempre cuenta con una fecha de reapertura. En este caso, el próximo 27 de abril. Asimismo, el proceso puede incluir sus descartes, platos que quedan fuera de la carta. Lo mismo ocurre con el cine, según Plaza, que se produce con una fecha de estreno en mente y en la que muchos rollos acaban sin incluirse en el montaje final.
La confianza se notaba y se respiraba en el ambiente. El cocinero y el chef se hacían bromas constantemente. Preguntados por qué ha aportado uno a otro, Plaza respondió que ahora hace unas mejores torrijas. Aduriz, algo más serio pero sin perder el tono desenfadado de la conversación, explicó que cuando uno es “curioso” y “poroso” a otras realidades, como lo son en Mugaritz, y se acerca otro creador de otra disciplina muy diferente, los límites se acaban diluyendo. “Paco nos ha aportado, seguramente, mucho más de lo que él imagina que ha hecho”, se deshizo en halagos el cocinero.
El documental
La propuesta de Mugaritz, que el valenciano ha filmado para Movistar+, le llegó, precisamente, por intermediación de Rebordinos. Mientras comía con Domingo Corral, productor de la plataforma audiovisual de la telefónica, al máximo responsable del Festival se le ocurrió que Plaza podía ser un buen candidato para recoger un proceso, el de la creación de este menú, que nace y muere cada año. “No tardé ni tres minutos en decir que sí”, aseguró este realizador que en 2021 compitió por la Concha de Oro con La abuela.
Tras haberse convertido en un referente del terror estatal, Plaza buscaba algo que le “estimulase intelectualmente”, alejarse de sus coordenadas habituales e involucrarse en algo que le ayudaría a crecer y a aprender. “En aquel momento no podía ni intuir el impacto que este trabajo podía tener en mí”, concluyó.
