En 1926, la historia del salvamento marítimo vivió toda una revolución con la embarcación Guipúzcoa, la primera lancha de rescate motorizada del Estado y toda una pionera a nivel europeo al contar con dos hélices y una bóveda a popa más protegida de lo habitual. Con los años, el barco perdió su ocupación inicial y se convirtió en un pesquero recreativo antes de quedar prácticamente “desaparecido”. Casi cien años después, la embarcación ha recuperado su aspecto original de la mano de los alumnos de Albaola Itsas Kultur Faktoria.

Construida en Donostia en 1926, la Guipúzcoa fue “un barco pionero” diseñado para salvar las flotas de pesqueros guipuzcoanos tras unos años marcados por varios naufragios con cientos de muertos. “Las diferentes galernas que azotaron la costa vasca llevaron a que se crease una nueva dinámica de rescate en Donostia, donde se fundó la primera Sociedad de Salvamento Marítimo del Estado”, ha explicado este miércoles Xabier Alberdi, director del Euskal Itsas Museoa, acompañado por el presidente de Albaola, Xabier Agote, y la diputada de Cultura, Goizane Álvarez, durante la presentación de la restauración de la embarcación.

Esta nueva sociedad utilizó durante sus primeros años un barco británico moderno que “no funcionó para las características de la costa guipuzcoana”, por lo que se organizó un concurso internacional para dar con el diseño óptimo. “Ninguno se adecuaba, así que, al final, desde la propia sociedad se hizo un boceto con las características necesarias y el constructor Feliciano Gamboa se encargó de ello”, explicó Alberdi.

El resultado final fue una lancha motorizada “absolutamente innovadora”, de 11,9 metros de eslora y 2,9 metros de manga, a la que se le añadieron dos motores de gasolina, que la convirtieron en la primera embarcación de salvamento motorizada del Estado.

Además, se construyó un doble casco dotado con cámaras de aire estancas y válvulas de desagüe rápido que impedían que el agua entrase en ella y una quilla en hierro fundido que le permitía enderezarse en caso de vuelco. La Guipúzcoa se diferenció también de otras embarcación europeas homónimas al contar con dos hélices y un timón alojado en el interior de una bóveda a popa que le permitía estar más protegida. 

A pesar de ello, su labor de rescate se limitó a unos pocos años, ya que el estallido de la Guerra Civil y el posterior Franquismo llevó a que el salvamento marítimo se militarizara. Aún así, la embarcación continuó activa hasta 1974, cuando fue adquirida por un particular que la transformó en un barco pesquero recreativo.

Sin los planos originales

Hace tres años la Guipúzcoa llegó a Albaola en “mal estado” y se comenzó un trabajo de investigación para tratar de restaurarla en su estado inicial. No obstante, los planos originales nunca han aparecido, por lo que se acudió a la colección de Kutxateka de Kutxa Fundazioa para dar con imágenes de la época que les permitieran reconstruirla de la manera más fiel posible.

Tras decidirse que el barco no iba a volver a navegar, los alumnos de la escuela-museo pasaitarra sustituyeron las piezas en mal estado y reconstruyeron los baos, la cabina de motores, la cubierta y toda la parte superior que se había perdido como las barandillas. “Se ha conseguido restaurar recuperando su aspecto original después de las múltiples transformaciones que sufrió a lo largo de los años. Tras haber salvado muchas vidas, se ha salvado a la propia embarcación”, aseguró Agote.

La Guipúzcoa será expuesta ahora en la lonja de Pasai San Pedro hasta la celebración del Pasaia Itsas Festibala, entre el 9 y el 12 de mayo. Una vez concluya el festival, el navío pasará a manos de la Diputación, su propietaria, ya que forma parte de la Colección de Embarcaciones Tradicionales del País Vasco, compuesta por 40 barcos tradicionales vascos de gran valor como gabarras, bateles, botes, motoras y merluceras. “Con la Guipúzcoa se recupera una parte importante de nuestro patrimonio y, por lo tanto, se recupera nuestra memoria. Además de servir como aprendizaje para los alumnos de Albaola”, ha destacado, por último, la diputada de Cultura.