En su última visita a la Semana en el año 2020 para presentar su más reciente trabajo del universo The ring titulado Sadako, el realizador Hideo Nakata confesó sin ningún tipo de problema que había decidido volver a la franquicia que él mismo creó en 1998 por un motivo exclusivamente económico. The ring convirtió a Nakata en un referente del j-horror y llegó a filmar él mismo hasta tres secuelas, dos en Japón y una en el remake estadounidense de la saga. Aún con Dark Water (2002) e, incluso, con Kaidan (2007), se percibía ciertas ganas de hacer cine, algo que no se puede decir de mucho de lo que vino después. Tampoco se percibe una especial voluntad en la película con la que compite en la Semana, Juego ProhibidoE, en la que, en cierta manera, repite la idea de la figura de Sadako, la de una mujer con poderes psíquicos y un pasado traumático. En En esta ocasión, Nakata presenta a una familia aparentemente feliz y felizmente sobreactuada. Al mismo tiempo, una figura misteriosa y vengativa comienza a acosar a una compañera de trabajo enamorada secretamente del padre de familia. El realizador no sólo bebe de las rentas de The ring al utilizar a un personaje terrorífico muy similar en su trasfondo a Sadako, sino que, además, vuelve a recurrir al mismo concepto estético que utilizó en aquella saga para diseñar el monstruo en cuestión, la del fantasma tradicional japonés de piel pálida cercano a la yuki-onna. Una dirección de actores digna de telenovela turca y unas escenas que rozan lo absurdo hacen dudar de si se trata de una comedia involuntaria o de una serie de claves cinematográficas que no se entienden bien en occidente. Probablemente, las dos cosas. 

‘Juego prohibido’

Director: Hideo Nakata. Guion: Noriaki Sugihara. País: Japón. Fotografía: Takahiro Imai. Montaje: Naoko Aono. Intérpretes: Kanna Hashimoto, Daiki Shigeoka, Mayu Hotta, Yuki Kura, Shinobu Hasegawa, Kenta Izuka, Michiko Shimizu.