Bromeando con los periodistas que le pedían "un gesto de rey" y exclamando "viva la república", Javier Bardem ha presentado este jueves en Madrid la nueva adaptación en acción real de "La Sirenita" de Disney, en la que interpreta al rey Tritón, el autoritario padre de Ariel.

"Tengo los miedos de cualquier padre o madre, la inseguridad o el susto de traer dos individuos a este mundo sin haber preguntado antes", ha dicho a EFE el actor, ganador de un Oscar por "No es país para viejos" (2007) y padre de dos hijos de 12 y 9 años junto a Penélope Cruz.

"Son dos individuos independientes de nosotros, con anhelos y deseos que van creando según van creciendo y que serán distintos a los nuestros, la teoría la sabemos todos, no proyectar lo de uno encima de los hijos, pero no es fácil y uno a veces confunde amar con retener", ha señalado.

Eso es precisamente lo que le sucede a su personaje en el filme dirigido por Rob Marshall y protagonizado por la afroamericana Halle Bailey, que en su deseo de proteger a su hija menor le corta las alas y no le demuestra su amor de la mejor manera.

"Lo que muestra esta película es cómo el padre aprende a quererla mejor", ha subrayado el actor, que en septiembre próximo recibirá el Premio Donostia en la 71 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en reconocimiento a su trayectoria.

"Lo recibo con mucha humildad y agradecimiento", ha asegurado Bardem, el actor español con más proyección internacional y a quien el certamen llevaba años queriendo entregar este galardón honorífico, aunque no ha sido posible hasta ahora por cuestiones de agenda, según explicó el pasado viernes su director, José Luis Rebordinos.

"Me hace mucha ilusión porque es un festival al que tengo mucho amor, significa mucho para mi pertenecer a su historia", ha agregado el actor, que sumará esta distinción a otras como el Oscar, el Globo de Oro y el BAFTA o los seis premios Goya que ha ganado en su carrera.

Para este año Bardem tiene pendiente de estreno la segunda parte de "Dune", de Denis Villeneuve, pero antes, el 26 de mayo, llegará a los cines esta adaptación del clásico musical animado de Disney, inspirado en el cuento de Hans Christian Andersen de 1837.

Dos mundos opuestos

Una "sirenita" que trata de ser fiel al clásico y a la vez adaptarse a los nuevos tiempos, según Bardem.

"La película propone una historia de dos sociedades, dos mundos que se oponen, se pelean y no pueden coexistir (el terrestre de los humanos y el marino) y cómo a través de estos personajes se tiende un puente de entendimiento", ha señalado.

"Es importante que las nuevas generaciones lo vean y entiendan que vivimos en un mundo de diversidad, con diferentes razas, acentos, colores y formas de ser y todas son igual de respetables", ha añadido en alusión a un filme que por primera vez presenta a una sirenita negra.

El actor recuerda cómo vivieron aquellos ataques racistas contra la nueva Ariel y cómo todo el equipo arropó a su joven estrella.

"Todo aquello sucedía cuando rodábamos y les hicimos caso omiso porque es algo arcaico. Nos pusimos a trabajar, que es lo que hay que hacer", sentencia Bardem.

Bardem ha alabado el trabajo de Melissa McCarthy, que se pone en la piel de la malvada Úrsula, un personaje estéticamente inspirado en Divine, la drag queen que hizo famosa John Waters.

"Ya sabíamos de su talento cómico pero aquí también sabe crear incomodidad como villana, es maravilloso y aparte canta", ha destacado.

Bardem se mostró de buen humor ante las cámaras durante el posado en el Hotel Four Seasons de Madrid. Cuando los reporteros gráficos le pidieron "un gesto de rey",  respondió que "eso sólo en las películas" antes de despedirse exclamando "viva la República".