El escritor Kirmen Uribe (Ondarroa, 1970) ha sido galardonado con el Premio Eusko Ikaskuntza-Laboral Kutxa de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales 2023. El fallo se dio a conocer ayer en Donostia por los integrantes del jurado, representantes del Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene, y de las siete universidades del ámbito geográfico de la Sociedad de Estudios Vascos, junto a representantes de Eusko Ikaskuntza y Laboral Kutxa.

El autor de Bilbao-New York-Bilbao o La vida anterior de los delfines, entre otros, que reside “con una pata en Nueva York y otra en Euskal Herria”, como él mismo describe, se enteró de la noticia a las seis de la mañana debido a la diferencia horaria. “Me he despertado con el mensaje de texto, no me han querido llamar porque era muy pronto, pero ha sido un despertar maravilloso”, confesó Kirmen Uribe a este periódico desde Nueva York, poco tiempo después de conocer la noticia.

A Uribe le quedan pocos premios por conseguir. Con este galardón, suma un reconocimiento más a una lista de distinciones en la que destacan el Premio Nacional de Literatura (2009), tres veces el de la Crítica (2002, 2009 y 2016) y el de la Academia 111 (2016), además de haber sido finalista en 2007 del premio a la mejor traducción de poesía publicada en EEUU con la versión inglesa de Bitartean heldu eskutik.

El escritor vasco atesora “un brillante trabajo creativo” que lo convierte en “uno de los principales innovadores de la literatura vasca en el siglo XXI”, según subrayó Ana Urkiza, presidenta de Eusko Ikaskuntza. Urkiza remarcó también que su proyección internacional lo erige en “claro embajador del euskera y la cultura vasca” en el mundo. El fallo señala que “la obra y la personalidad” de Kirmen Uribe “encarnan la diplomacia que logra extender nuestra lengua, valores y formas de vida más allá de nuestras fronteras; y lo hace desde la humildad, la naturalidad y la independencia creativa” al ser “capaz de combinar la dimensión más íntima con la reflexión existencialista acerca de nuestra presencia como comunidad cultural ante el mundo”.

Traducido a 20 idiomas

Con obras traducidas a 20 idiomas, Uribe ha sido reconocido en países como China o Japón, donde sus novelas han sido seleccionadas entre las mejores del año. Medio millar de estudios universitarios hablan de sus publicaciones y además de la novela, ha cultivado otros géneros, como poesía, ensayo o literatura infantil y juvenil, además de contar con incursiones en la música y las artes plásticas.

En la actualidad, imparte clases en universidades de EEUU, ofrece recitales y publica artículos en revistas literarias de difusión internacional como The New Yorker o The Paris Review. “No me puedo quejar de falta de reconocimiento, sobre todo en Euskadi. Me siento una persona muy querida en Euskal Herria y eso ayuda mucho a la hora de salir fuera, de sacar la cultura vasca. El hecho de ser reconocido en tu tierra te da muchos ánimos”.

Kirmen Uribe siempre ha apostado por escribir en euskera, en su lengua. “Cuando me presenté a la beca de la Biblioteca de Nueva York ellos sabían que la novela que iba a publicar iba a ser en euskera y aún así me la dieron. No tenemos que ver el euskera como una traba, sino como un plus porque, al final, está bien que uno escriba historias de su propia tierra de manera diferente, de manera innovadora. Pero, si además es en euskera, que es una lengua que aporta diversidad al mundo, estás dando ese plus. Han pasado ya esos días en los que se veía a las lenguas pequeñas como cosas que no valían para nada; ahora mismo la sociedad del siglo XXI valora mucho ese gesto de expresarte en tu lengua, de cuidarla y de escribir en tu lengua para el mundo”.

Uribe anuncia que está escribiendo una nueva novela pero aún se encuentra “muy al inicio, dándole vueltas a la historia”. “Espero ya tener algo para el año que viene; estoy muy ilusionado, Nueva York te da muchos estímulos, teatro, musicales, arte, literatura, incluso los científicos te dan muchos impulsos y muchas ideas y espero que se vean reflejadas en la novela que, como siempre, partirá de Euskal Herria”, apuntó.

Euskal Herria-Nueva York

De momento, no se plantea volver: “Estamos contentos aquí, tanto mi familia como yo, seguiremos con dos patas, una en Euskal Herria y otra en Nueva York porque tampoco queremos abandonar nuestra tierra. Nuestra idea es pasar el curso aquí pero en verano y en navidades viajar allí, además tengo muchos proyectos un poco aquí y allá, una vida atlántica. Lo bueno es que nuestros hijos están creciendo en ese contexto de diversidad, en el que todos piensan a su manera y en el que todos tienen raíces. Porque en Nueva York tener raíces es bueno, eres vasco y te dicen qué bien que eres vasco”, señaló el escritor y filólogo.

Precisamente, hoy ha dado su última clase de este curso en la Universidad de Nueva York. “Imparto clase de ficción, les ayudo a los estudiantes, que la mayoría son ya escritores en ciernes, a escribir novela. La verdad es que aprendo mucho con ellos; en realidad, la clase la hacen ellos, yo soy una especie de entrenador, de Valverde, de coach, pero el partido lo juegan ellos”, explicó el nuevo premio Eusko Ikaskuntza.

Por supuesto, tampoco faltará a la entrega de este premio en julio. “Me hace mucha ilusión recibirlo de manos de la presidenta, Ana Urkiza, y de todos los colegas, voy a estar un poco entre amigos”, confesó.