Euskadiko Orkestra cierra este viernes su gira en Polonia con un último concierto en Katowice, una ciudad industrial que alberga uno de los auditorios más importantes de Europa. Con este actuación, la formación vasca pondrá punto y final a una salida que ha demostrado que la orquesta está "en un altísimo nivel" y que le ha permitido marcar un antes y un después en su proyección internacional.

En sus 41 años de historia, Euskadiko Orkestra ha recorrido muchos países europeos y sudamericanos, pero su última salida a Polonia ha sido, según la propia formación, "un punto de inflexión en su carrera internacional". A lo largo de esta semana los músicos han realizado cuatro conciertos en cuatro ciudades polacas (Varsovia, Wroclaw, Cracovia y la mencionada Katowice) con todas las entradas vendidas dentro del Festival Beethoven, uno de los más importantes del país.

"La orquesta ha demostrado encontrarse en un altísimo nivel”, ha señalado el director titular de la orquesta, Robert Treviño, sobre una gira que ha contado con un programa exigente para los músicos. "Tienen enormes dosis de pasión, poder y entusiasmo. Han tocado cuatro veces esta sinfonía ante muchísima gente y se han volcado en lograr el mejor sonido y profundidad en la interpretación", ha agregado a través de una nota.

De igual manera se ha expresado el director general, Oriol Roch, al afirmar que la gira les ha permitido establecer una importante relación con el festival Beethoven y sellar "la posibilidad de volver en un futuro".

Programa ambicioso

Para la gira en tierras polacas, Euskadiko Orkestra ha diseñado un programa especial con la apertura del popular y universal Bólero, de Ravel, al que le ha seguido una composición compleja como es la Quinta, de Mahler, que ha sido muy bien recibida por el público polaca, hasta el punto de que la orquesta ha respondido con dos y hasta tres bises que han llevado a cada concierto a superar las tres horas de duración.

Cada una de estas actuaciones, además, ha contado con diferentes representaciones institucionales y amigos de la orquesta como la presidenta del Festival Beethoven, Elzbieta Penderecka; la consejera de salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui; Javier García Cogorro, consejero delegado de Viralgen; vicepresidente de Cultura del Gobierno de Cracovia, Robert Piaskowski; el cónsul de Polonia en Burgos, Enrique de Villamor y Soraluce; la directora del Instituto Cervantes, Beatriz Hernanz; y el director de orquesta polaco Antoni Wit, titular durante varios años de la Orquesta Sinfónica de Navarra y hoy director honorario de la Orquesta Filarmónica de Cracovia.