Tras años en el parque del Prado, la obra Números primos de la donostiarra Esther Ferrer se traslada al exterior de Artium de Gasteiz. Se quiere así poner en valor la obra de cara a la ciudadanía en general, darle una nueva vida también como escenario performativo y de uso por parte de otros artistas y disciplinas, así como de aprendizaje en otros campos del saber a partir del arte, y sumar un nuevo nombre, el primero de una artista, a las piezas que el museo tiene fuera de sus paredes, donde ya se encuentran Richard Serra, Oteiza o Chillida, entre otros.

“Estamos todos los días contando, así que es normal que desde el arte trabajemos con los números”, explicó ayer la creadora donostiarra. “Un día soñé que me bañaba en números azules” y de ese “sueño raro” le vino “la iluminación” para trabajar con los números primos. Fue la primera idea, a finales de los años 70, de un proceso del que esta obra es una clara consecuencia.

“Este proyecto está basado en la espiral de Ulam”, describe la autora, que decidió llevar sus reflexiones y procesos a la obra de Gasteiz, generada a partir de una invitación de Rosa Olivares. Ahora, la instalación va a tener una nueva vida, contando además con unas gradas rodeando parte de la pieza. “Espero sobre todo que los niños la usen mucho”, apuntó.

Está previsto que los trabajos comiencen “en breve” aunque ni el museo ni la Diputación ni el Ayuntamiento de Vitoria –que aporta 60.000 euros a este proceso– han querido fijar fechas exactas. El proyecto persigue, entre otros objetivos, garantizar la adecuada conservación y la reactivación de Números primos. La autora está siendo muy participe en todo el proceso que se está llevado a cabo.

Se calcula que antes de verano se hará el cambio. Se están realizando piezas nuevas, que serán las que se colocarán en Artium. Las que están en el Prado se levantarán cuando ya esté la nueva obra en el museo –con dimensiones más pequeñas– aunque todavía no se sabe qué se hará con esos materiales del parque.

Ferrer prepara una intervención similar a la del Artium para el espacio resultante del soterramiento de las vías del TAV en Donostia y que generará una nueva plaza de acceso a Tabakalera.