La versión más “escabrosa” de la historia del enamoramiento de Calisto y Melibea llegará mañana miércoles al Victoria Eugenia de la mano de Teatro Corsario y dentro de la programación de la Feria de las Artes Escénicas de Donostia, dFeria. Celestina Infernal es el título de la obra de títeres para adultos que llevará a escena la compañía fundada por Fernando Urdiales y que contará con un único pase que comenzará a las 20.30 horas. Jesús Peña se ha encargado de dirigir esta versión y allí donde Fernando de Rojas apostó por sugerir para evitar la hoguera, Teatro Corsario lo ha explicitado. La celestina que da nombre a la obra, aquella a la que Calisto encarga que consiga que Melibea beba los vientos por él, se comunica con los demonios salidos del infierno a los que solicita que le ayuden en su quehacer, en una obra que previamente ya pudo verse en la capital del territorio y que se encuentra dentro de la selección de espectáculos recomendados por las comisiones artísticas de la red de teatros del Estado.

Peña ha estado este martes en el Victoria Eugenia para presentar su última producción de marionetas, una de las dos líneas de trabajo de de esta compañía veterana –Teatro Corsario cumplirá cuatro décadas durante este año– junto con la recuperación de obras clásicas españolas. “La Celestina fue un texto verdaderamente escandaloso para la época”, ha recordado el director. No obstante, el texto en sí mismo no es importante en esta producción, pero sí el contenido. De hecho, aunque se mantienen los hechos principales de la tragicomedia que fue escrita a finales del siglo XV, no queda ninguna palabra propia de Alfredo de Rojas en este espectáculo. “En este caso tenemos muy poco respeto por el texto original. Se trata de crear un espectáculo visual, musical, mágico”, ha explicado. Para ello, manipularán en escena unos impresionantes muñecos de proporciones humanas y también muy realistas, con los que subrayarán los “aspectos más escabrosos, eróticos y más violentos” de este trabajo, esos que se encuentran en el libreto original si uno sabe leer entre líneas. 

De Rojas, al escribir la obra, no lo hizo con una idea “moralizante”, si bien es cierto que el final trágico de la pareja protagonista puede hacer ver una especie de respuesta kármica. He ahí, para Peña, donde se encuentra una de las “audacias” del trabajo. Su autor consiguió ser “sumamente escandaloso y provocador” bajo el subterfugio de la moral, algo que en el caso de la producción de Teatro Corsario no se plantean. Su Celestina infernal no busca decirle al espectador cuál debe ser su comportamiento y proceder, sino que desean el asombro del respetable con una historia “tan fascinante” como esta.

“Se trata de mostrar de una manera explícita todo lo que les ocurre, sin dar casi importancia a los diálogos”, apunta el director. Las palabras que se dicen, en algunos casos improvisaciones de los propios actores-manipuladores, “no tienen importancia”, algo que creen que será beneficioso para conseguir, tras su paso por la feria de Donostia, una gira en el marco internacional.

La magia de la celestina

Peña, que también ha sido responsable de la adaptación, insiste en la vertiente más brujeril de esta versión en la que un buen número de demonios conquistan la escena tras la invocación de la alcahueta, buscando que en el Victoria Eugenia surja “la magia”, consiguiendo que el público se “sorprenda”, con el aderezo más apropiado: amores apasionados, la muerte y el humor negro.