El pasado 23 de enero falleció a los 91 años, en el convento de Jesús María de Azpeitia, la religiosa azpeitiarra Mari Carmen Aguirre.

Fue su hermana Milagros, reconocida organista de las Hijas de la Caridad en Madrid y, posteriormente profesora de la Musika Eskola Juan de Antxieta de la localidad, la que nos puso en vida en contacto con Mari Carmen.

Pronto percibimos su rica sensibilidad humana y su cordialidad en el trato, que nos permitió ir conociendo su trayectoria como religiosa de Jesús María, en la que ingresó en el noviciado de la citada congregación de la calle Juan Bravo de Madrid, a sus 22 años, con fecha 2 de julio de 1954 y, en especial, su intensa vinculación con el mundo de la música, faceta a la que se dedicó principalmente en un ejemplar itinerario diario, tan constante como brillante.

Las dos hermanas, tras los estudios superiores de piano, afrontaron la carrera de órgano, asistiendo a la Escuela Superior de Música Sagrada y al Conservatorio Superior de Música de Madrid bajo la dirección de renombrados profesores como Jesús Guridi y María Josefa Valverde, siempre con brillantes notas, y consiguieron el primer premio de Órgano del citado conservatorio. Milagros en el año 1960 y Mari Carmen en 1965.

Siempre nos transmitió Mari Carmen su reconocimiento y gratitud para con el profesorado que tuvo en sus diversas etapas de formación musical: Sor Concepción Lambert, del Colegio de la Milagrosa de Azpeitia; Ángel Cabanas, del Conservatorio de San Sebastián; José Izurrategui, organista de Azkoitia; el reconocido profesor de Piano Francisco Fuster Virtó en Madrid, así como sus profesores en la carrera de órgano.

Mari Carmen, siendo muy joven y tras su profesión religiosa, en 1957, estudió Magisterio, sacando el título en 1959. Enriqueció y complementó así la esmerada formación musical que venía recibiendo, puesta, en todo momento, al servicio tanto de las alumnas del colegio como de las religiosas de la comunidad y novicias. El cargo de organista oficial y directora del coro como profesora de música lo ejerció con la competencia propia que brotaba de su profunda formación musical y la rica sensibilidad en el trato con las personas que le caracterizaba.

Tuvo el alto honor de que en una etapa de su formación complementaria en Roma, en el año 1971, pudo participar como organista en el Capítulo general que la Congregación celebró en su Casa General.

En los diversos destinos que tuvo en la Congregación de Jesús-María (Madrid, Bilbao, etc.) dejó una profunda huella de su gran personalidad y carisma musical, siendo recordada con admiración entre las que le conocieron y trataron desde la cercanía.

Aceptó con disposición incondicional su nombramiento en el año 2003 como organista de la Basílica de Loyola, contando con el beneplácito de las religiosas de Jesús-María, al cesar en tal cargo el Padre Félix Zabala, que tanto aportó a Loyola como organista, compositor, director de su Archivo Musical, etc. Mari Carmen ejerció durante ocho años el cargo de organista de la basílica.

Se contó siempre con su valiosa colaboración también en la parroquia de Azpeitia en cuantas ocasiones se le solicitó al llegar destinada a nuestra localidad en el año 2001 para actuar desde la consola del órgano en funerales diversos.