A lo largo de su vida, el diseñador pasaitarra Paco Rabanne lidió en más de una ocasión con la polémica. Además de lanzar la profecía de que el fin del mundo llegaría el 11 de agosto de 1999 con la caída de la estación MIR sobre París, el modista diseñó un megaproyecto para el puerto de Pasaia, Fashion Art City, que pretendía convertir al municipio guipuzcoano en la capital vasca de la moda con un museo, un instituto y un palacio de congresos en el puerto de La Herrera, donde también se iban a incluir seis torres de 34 pisos de lujo y otras dos de 52 en forma de hotel. La propuesta, diseñada por el arquitecto Julián Argilagos, autor de otro edificio polémico en Gipuzkoa, el dedicado a Balenciaga en Getaria, fue rechazada por el Ayuntamiento pasaitarra.

Corría el año 2005 cuando el arquitecto Argilagos presentó en Donostia un proyecto que definió como “ciudad de arte, alta tecnología y moda”. Fashion Art City pretendía convertir el puerto de La Herrera en un referente mundial de la moda con un gran espacio de aspecto futurista, lleno de torres de cristal y una zona central en forma de zeppelin. 

En esta esfera metálica, que iba a estar suspendida en el aire e iba a contar con cuatro pisos de altura, estaba proyectado construir un Museo Vasco del Diseño, en el que no iban a faltar diferentes creaciones y bocetos cedidos por el propio creador. La construcción también iba a incluir un Instituto Superior de la Moda, con dos edificios, y un Palacio de Congresos.

No obstante, si por algo llamaba la atención este proyecto casi faraónico era por lo que iba a tener alrededor. El diseño contemplaba seis torres de 34 pisos cada una, con una vivienda de lujo por planta al contar con vistas por los cuatro costados, y dos torres más de 52 pisos destinadas a un hotel que contaría con un total de 252 habitaciones.

Por si esto fuera poco, se proyectaba, además, una urbe subterránea, a través de la que la gente pudiese pasear con tiendas, centros recreativos, lugares de ocio y parques.

Rechazo del Ayuntamiento

El proyecto, que un principio parecía contar con el beneplácito de la alcaldesa del municipio, Izaskun Gómez, fue rechazado de pleno por el Consistorio pasaitarra a los pocos días de presentarse a los medios de comunicación.

Sin embargo, el tema volvió en los siguientes años en más de una ocasión a primera plana y hasta el propio Rabbane mostró las maquetas diseñadas para el proyecto en el edificio de Arquitectura de la UPV/EHU en Donostia. Sin embargo, nunca cuajó y la megalópolis de la moda en Pasaia nunca se realizó.