Quien visite el Bosque de Oma durante los próximos meses no podrá ver la creación de Agustín Ibarrola en su totalidad. Sin embargo, podrá disfrutar del proceso de pintado que está llevando a cabo el equipo mutidisciplinar encargado de trasladar la obra a un nuevo lienzo, concretamente al bosque Basobarri, aledaño al pinar originario. El lunes comienzan las visitas –que deben solicitarse con cita previa– en la nueva ubicación, donde ya se pueden ver algunas de las obras más emblemáticas del artista, como Invitación al beso o El arcoíris de Naiel. Los trabajos para el traslado están inmersos en una primera fase que continuará a lo largo del verano que viene. Al finalizar, está previsto que el bosque sume más de 700 árboles que albergarán 33 conjuntos artísticos del creador vizcaino.

Una miembro del equipo pinta uno de los árboles.

Durante una visita realizada ayer al Bosque de Oma con los medios, recordaron que la única forma para acceder al recinto es a través de visitas guiadas que se reservan mediante el teléfono 944 651 657. De esa forma, está previsto que se organicen dos turnos, de lunes a domingo, a las 10.30 y a las 12.30 horas, hasta el 11 de septiembre. Si la demanda lo requiriera, podría haber un tercer turno.

El coordinador del equipo multidisciplinar, Fernando Bazeta, y el hijo de Agustín Ibarrola, José Ibarrola, capitanearon ayer la visita donde ya se pueden ver trazos de conjuntos como: La línea horizontal, Invitación al beso, Relación cóncavo convexo, A modo de Equipo 57, Ojos, El rayo atrapado, El arcoíris de Naiel o Marcha de la Humanidad. Estos son algunos de los 14 conjuntos que este verano se completarán en una primera fase a la que seguirá una segunda, el verano que viene, con otros 19 conjuntos.

Se ha realizado una relectura del bosque que ha derivado en un proyecto compuesto por 33 conjuntos artísticos plasmados en más de 700 árboles. La incorporación de un mayor número de árboles a varios conjuntos artísticos como Ojos, Círculos de colores, Ritmos Envolventes y Animales del Bosque completan estos en las dimensiones y características en que los ideó el artista en su diseño de origen y la recuperación de otros tres conjuntos ya perdidos –Mezquita de Córdoba, Homenaje al Roble y Amenaza nuclear– permite disfrutar del total de la obra del Bosque de Oma.