Hace tan solo unas semanas, el director de orquesta bergararra Txemi Etxebarria amplio su palmarés con el segundo puesto en el campeonato internacional Artur Nikisch de Bulgaria. Un nuevo reconocimiento para este maestro guipuzcoano que poco a poco va haciéndose un nombre en diferentes países europeos mientras espera la oportunidad de dirigir en casa.
"Los premios son una recompensa a tantos años de estudio. Si un jurado se fija en mí, quiere decir que tan mal no lo habré hecho", cuenta entre risas Etxebarria. El de Bergara quedó a principios de mes segundo entre los 66 participantes de todo el mundo que se dieron cita en las ciudades búlgaras de Pleven y Sofía, aumentando así su lista de premios, en la que también figuran un tercer puesto en Italia y un primero en Bilbao. "El de Italia fue una competición especial, pero el de Bilbao, siendo en casa, me hizo mucha ilusión", recuerda este director de orquesta afincado en Bélgica.
Con estos galardones, Etxebarria va haciéndose un nombre en el panorama musical europeo después de una formación y trayectoria fuera de casa. "Estudié trompeta en Holanda y allí un compositor que había vivido en España me enseñó a dirigir. Me abrió los ojos con casi 30 años, por lo que empecé tarde, pero desde entonces he ido dirigiendo a distintas orquestas", explica. Para él, esta experiencia es un gran punto a favor en los concursos, ya que "muchos jóvenes conocen la técnica, pero no saben lo que es ponerse ante 60 músicos con más carrera que tú".
El nuevo galardón quizás le acerque más a una formación vasca, su gran sueño. Hasta entonces, se conforma con su habitual colaboración con Oihan Vega y Valen Moñux en diferentes musicales. El último, la adaptación de La Bretxa, se verá el próximo año en el Kursaal donostiarra. "Es una música que no tiene que ver con el musical pop-rock, es más fílmica. Va a ser una banda sonora con números especiales, coros, grupos de tamborrada y mezcla de estilos", adelanta.