Fundada por Alfonso XI en 1331, Leintz Gatzaga ha sido, desde su origen, una villa con una actividad económica concreta y perfectamente definida: la elaboración de sal. Ubicada en la comarca de Debagoiena, en las inmediaciones de las explotaciones salinas de las que recibe el nombre, esta encantadora villa medieval conserva gran parte del encanto del pasado. Hoy, su museo de la sal permite a los visitantes acercarse a esta actividad económica tan importante para la villa.

El recinto se sitúa en las instalaciones que durante siglos se han utilizado en la producción salina, y, en él, se muestra el proceso de extracción de la sal y la importancia que tuvo esta actividad en la economía local.

El museo ofrece visitas guiadas, de una hora de duración, todos los fines de semana. Su horario es a las 12.00 horas para las sesiones en euskera y a las 13.00 horas para las de castellano. Las entradas tienen un precio general de cinco euros por persona y una tarifa reducida de 4,5 euros para colectivos especiales y grupos de más de diez personas.

Además, para aquellos que se acerquen a Leintz Gatzaga en familia, el museo ofrece la posibilidad de convertirse en salinero por un día. Se trata de una actividad de entre dos horas y media y tres horas de duración que sumerge a los visitantes en la industria salina.

Concretamente, quienes participen de esta actividad conocerán el valor de los bosques del entorno y su relevancia en la elaboración de la sal. Tras conocer las características de estos bosques y su madera, se encenderá el fuego en el que se calentará la salmuera (agua con gran concentración de sal) que al final de la visita se convertirá en sal. Esta se podrá degustar "recién hecha: caliente y húmeda".

Durante el proceso, además de conocer el museo, los más pequeños podrán colorear la sal y embotellarla para después llevarse un recuerdo a casa. Asimismo, el museo ofrece a los más pequeños propuestas de manualidades para hacer en casa.

En el caso de querer participar en esta actividad, conviene consultar la disponibilidad previamente llamando al 943 71 47 92 o escribiendo a reservas@gatzmuseoa.com.

La visita al museo es una oportundiad única para hacerse con sal elaborada en el propio municipio.

Sin embargo, Leintz Gatzaga es mucho más que su museo de la sal. Situada en la parte suroccidental de Gipuzkoa, la villa resultaba un enclave estratégico. El Camino Real, la antigua ruta que conectaba el reino de Castilla con el mar, surcaba la localidad, por lo que por su casco urbano pasaron grandes monarcas e ilustres personajes que dieron gran prosperidad a la villa.

Su casco urbano conserva casi intacta su estructura original y el plano de la villa medieval. Sus palacios y edificios notables, así como su trazado amurallado que conserva cinco de las siete puertas de acceso a la villa harán las delicias de los visitantes. También el Ayuntamiento, un edificio del siglo XVIII, o el As de Copas, una fuente histórica con doce caños, todos ellos en funcionamiento hoy en día.

Fuera del núcleo urbano, se encuentra otro de los atractivos de la localidad: el santuario de Dorleta, una estructura del siglo XVII que además de ser hospedería en el Camino de Santiago, guarda la imagen de la Virgen de Dorleta, una talla gótica de los siglos XIII-XIV, hoy convertida en la patrona de los ciclistas.

Pero además, Leintz-Gatzaga destaca por la belleza del entorno que le rodea. Existen recorridos bien señalizados que parten desde la villa hacia los parques de Pagoeder, Iturritxueta y Bengoerreka, y la propia oficina de turismo organiza visitas guiadas para grupos al nacedero del río Deba, entre otras excursiones. l