El Día del Libro ha vuelto hoy a la calle después de dos años sin poder celebrarse debido a la pandemia y lo ha hecho a lo grande. Puestos abarrotados de gente, muy buen ambiente desde primera hora de la mañana y los libreros, encantados. La Plaza Gipuzkoa, donde estaban situados los stands de las distintas librerías y donde Donostia Kultura ha llevado a cabo diversas actividades, ha sido el epicentro de una jornada de celebración de la lectura.

"Teníamos muchas ganas de estar todas las librerías juntas, darnos apoyo entre todas y mostrar que estamos ahí. Volver a la calle es muy importante", destacaba a este periódico Ines Azpiazu, responsable de Tobacco Days y a su vez vicepresidenta del Gremio de Libreros de Gipuzkoa. Se refiere Ines a que en 2020 no hubo celebración (era la época del confinamiento) y que en 2021 cada librería situó en puesto en el exterior de su negocio, sin poder juntarse todas.

"Desde primerísima hora ha venido mucha gente, había ganas y todo el mundo está muy animado. Incluso el tiempo ha acompañado", comentaba, por su parte, Adolfo López Chocarro, el presidente del Gremio de Libreros de Gipuzkoa, que no paraba de atender a clientes en el puesto de la librería Zubieta. Hasta la climatología, que se anunciaba muy mala, ha querido unirse al Día del Libro y ha dado tregua al menos hasta primera hora de la tarde. La valoración, por tanto, es "mucho mejor de lo esperado", añade a este periódico Ines Azpiazu, "muy contenta" por la respuesta de los clientes.

"Estamos vendiendo de todo", señala Azpiazu: "Mi librería es muy variada, pero por ejemplo de Gran historia visual de la filosofía, de Blackie Books, se han vendido todos los ejemplares en menos de una hora. A veces te sorprendes. En euskera se están vendiendo bien los libros de Eider Rodríguez y Miñán, de Amets Arzallus e Ibrahima Balde". ¿Y la literatura infantil y juvenil? "El de Súper Patata es un súper ventas", comenta la dueña de Tobacco Days. "También Basoan Barna se está vendiendo muy bien", añade.

Adolfo López Chocarro, por su parte, destaca como más vendidas las obras de Rosa Montero y Santiago Poseguillo, además de 'La bajamar' de Aroa Moreno, una obra que se sitúa en Pasai Antxo. En euskera, los autores estrella del Día del Libro son, al menos en el stand de Zubieta, "Miren Agur Meabe y Eider Rodríguez". Y respecto a la literatura infantil, "hay mucha variedad", señala López Chocarro, que aprovecha para decir que "se echa en falta al público desde los 14 años hasta la edad universitaria": "Ese arco de edad falta en las ferias. Lo digo con pena. Falta el adolescente y el joven". Y tiene razón el presidente del Gremio de Libreros de Gipuzkoa. Un rato en la Plaza Gipuzkoa sirve para comprobar que hay muchos niños, familias enteras y adultos, pero pocos chavales y chavalas adolescentes y universitarios.

También estaba muy satisfecho de cómo iba la jornada Eneko Sánchez, de Ebla, librería especializada en ciencia ficción y literatura fantástica. "Estoy contento, está viniendo mucha gente", comenta sobre una jornada especialmente importante para él, porque su negocio lleva abierto menos de un año y el Día del Libro le da "mucha visibilidad". Su top de ventas es la trilogía 'Sombra y Hueso' y en euskera, 'Oihan hitzean mundua', la traducción de 'El nombre del mundo es bosque', de Ursula K. Le Guin.

Dentro de la cultura, la literatura parece haber soportado mejor la crisis del covid. Incluso se podría decir que "se ha reforzado", considera Ines Azpiazu: "Ha aumentado el aprecio por los libros". Y días como el que se está viviendo hoy lo refuerza. "Los libros salen a la calle y gente que igual no va a las librerías viene hoy a curiosear. Y todo con un ambiente festivo, celebrando la cultura", añade Adolfo López Chocarro.

Además de los stands de diversas librerías guipuzcoanas, el Día del Libro está contando con actividades organizadas por Donostia Kultura, entre ellas el paseo literario sobre la figura de Pío Baroja, nacido hace 150 años. Por la tarde, los diez niños y niñas que más libros cogieron de las bibliotecas públicas del territorio en 2021 tendrán un reconocimiento con la entrega de un diploma por parte de Txirri, Mirri y Txiribiton.