Un chico joven con “extremada timidez”, al que la música le dio “la razón para sentir que valía algo”. Así se describe en pretérito Neil Hannon, norirlandés que desde hace tres décadas es voz y alma de The Divine Comedy, una banda con tintes indie popy encontró en ser ellos mismos su receta para el éxito. Ahora estrenan nuevo disco, Charmed Life, que presentan en una gira por el viejo continente con casi medio centenar de conciertos y que arranca mañana a las 19.00 horas en el Kursaal.

La gira europea de la banda empieza en Donostia. ¿Hay alguna razón para ello? ¿Sienten una conexión especial con la ciudad o con Euskal Herria?

-Hemos actuado algunas veces aquí y ha sido fantástico. Creo que hemos tocado más a menudo en Bilbao, pero Donostia es realmente bella; la arquitectura es fantástica. Estamos deseando que llegue el día.

Tienen previstos 49 conciertos para los próximos dos meses y medio. Un número considerable...

-¿De verdad? 49... Me estoy haciendo demasiado mayor para esto (risas). Pero es trabajo y tengo muchas ganas, obviamente. No hemos podido hacerlo durante un par de años y durante un tiempo estuvimos al filo de la navaja, dudando sobre si cancelar la gira o no. Pero aguantamos y esperamos lo mejor y al final todo ha salido bien, justo a tiempo.

Este disco es su segunda retrospectiva. ¿Por qué decidieron incluir los 30 años al completo en este álbum y no han hecho una segunda parte de ‘A Secret History’?

-No lo sé. Creo que si alguien va a comprar un Los Mejores Éxitos de... quiere todas las canciones. Dicho esto, no había espacio para mucho. Tampoco quieres hacer un disco que dure tres horas porque para eso escuchas todos los álbumes al completo. Lo mantuve en una duración razonable de 24 canciones y tuve que ser bastante inflexible y dejar fuera algunos de los singles... Pero había algunas canciones que no lo fueron y que nunca sonaron en la radio que no podíamos desechar, como Songs of Love, Tonight We Fly,Our Mutual Friend... Es una mezcla bonita. Es para aquellas personas que hayan oído ocasionalmente canciones de The Divine Comedy y hayan pensado mmm, están bien, a lomejor debería investigar más allá.

El álbum se titula ‘Charmed Life’. ¿Ha tenido una vida afortunada?

-Sí, supongo que sí. Para empezar, soy un tío blanco del norte de Europa, así que eso lo hace más fácil. Y tuve una agradable y cómoda crianza de clase media. Pero todo el mundo tiene asuntos que resolver. La vida es una lucha, no importa quién seas, y supongo que mi problema personal fue mi extrema timidez cuando era joven. Creo que la música me dio la razón para sentir que valía algo.

¿Cómo se ha sentido volviendo a letras pasadas? ¿Se siente cómodo hoy en día en ellas?

-Pensé en eso mismo el jueves, cuando estábamos ensayando. Estas letras son muy personales y muy del momento en en el que fueron escritas. Pero es un poco como el periodismo, simplemente escribes la historia de tu vida y si cambias las letras o dejas una canción fuera porque no refleja quién eres hoy en día estás censurando tu propia vida. Por ello, ahora canto cosas que ya no son ciertas, pero lo son por el momento.

The Divine Comedy fue incluido dentro del movimiento ‘britpop’, pero siempre se negaron a ser etiquetados. ¿Les molestaba que lo hicieran?

-Fue algo complicado cuando el britpop empezó a decaer, alrededor del año 2000. Muchas bandas fueron apartadas de la industria y la cresta musical, especialmente en Reino Unido. Y notaba que querían deshacerse de mí. NME o Melody Baker escribieron algunos artículos bastante negativos sobre nosotros a principios de los 2000. Pero decidimos forjarnos nuestro propio nicho y no fiarnos de los defensores de la música y de los indiecratas. Tratamos simplemente de ser nosotros mismos. Sorprendentemente, funcionó y aquí estamos.

¿Cómo ve la evolución del movimiento?

-El movimiento no lo creó alguien en concreto, había muchos grupos que parecían compartir genética, de alguna manera. Todos compartíamos influencias. Cuando estaba creando mis dos primeros pequeños discos, bandas como Suede, Blur o Pulp estaba haciéndose importantes. Y debo decir que estaba increíblemente celoso y pensaba parece que conocen mucha de la música que yo también conozco, así que a lo mejor podría escribir algo que no fuera sólo bueno, sino también popular. Fue ahí cuando compusimos el disco Casanova, que nos llevó un tiempo, y aquello nos subió a bordo con ellos, lo cual fue divertido mientras duró.

A propósito de sus influencias, ha dicho que Scott Walker fue “una de las únicas verdaderas obsesiones” que ha tenido nunca. Pero, ¿tiene alguna otra influencia, músicos o grupos que admire?

-Tengo muchos héroes. Scott era distinto, porque era como un icono y estaba casi más allá de la música. Pero diría que incluso Jeff Lynne y E.L.O. -Electric Light Orchestra- fueron una parte importante de mi influencia. También los compositores de bandas sonoras. Ennio Morricone es una influencia enorme en lo que hago. Es una confluencia extraña de diferentes géneros musicales que me gustan: bandas sonoras, orquestas de los 60, el pop y el synth- pop de finales de los 70 y principios de los 80; eso lo adoro. También soy hijo de la música indie de finales de los 80, como Pixies, R.E.M., My Bloody Valentine, Ride... Me encantan todos ellos. Y también mucha música clásica, jazz y musicales de los 70.

Sus letras siempre han reflejado cierta ironía hacia la vida moderna. ¿Ha aprendido algo la humanidad estos últimos 30 años? ¿Se siguen repitiendo los mismos errores?

-Es una gran pregunta. La humanidad está en apuros. Parece que va a llegar el cuarto jinete del apocalipsis, porque los otros tres, definitivamente, ya están aquí. Creo que, a lo mejor, acercarnos al precipicio hará que despertemos y recordaremos que la Ilustración y la ciencia, la democracia y los derechos humanos, son cosas buenas y que debemos luchar por ellas.

¿Cómo es ser un artista en la sociedad contemporánea? ¿Cómo han sido estos dos últimos años para la banda?

-Tengo que decir que fue bastante fácil para mí, pero realmente terrible para los demás. Vivo en el campo; soy bastante antisocial, de todas maneras. Tengo varios proyectos de escritura, así que pude continuar trabajando mientras el resto del mundo se paró. Fue mucho más duro para la banda y el equipo, y algunos de ellos son ya conocidos; es ridículo. Todo lo que puedo decir es que me alegra estar de vuelta, dando a la gente algo de trabajo y a los consumidores algo de entretenimiento (risas).

¿Cómo describiría los 30 años de trayectoria de The Divine Comedy?

-Los últimos 30 años... la de veces que he tenido que echar la vista atrás este último par de años. Ha sido interesante; a veces divertido, a veces horrible, y todo ello me ha hecho sentir muy cansado. ¡Menudo trabajo ha sido! Pero un trabajo realmente bueno y gratificante.

¿Qué espera de los próximos 30 años?

-Cuando pienso en los próximos 30 años, solo espero vivir otros 30. Solo alcanzar eso, ya estaría bien. Si consigo hacer algunos discos más, a lo mejor crear algo de música para alguna función de teatro o película, eso sería maravilloso. Y si consigo hacer muchos conciertos en teatros agradables y cómodos, con asientos para todos, eso sería de locos (ríe).

“Mi problema personal fue mi extrema timidez cuando era joven. Creo que la música me dio la razón para sentir que valía algo”

“Simplemente escribes la historia de tu vida y si cambias las letras o dejas una canción fuera, porque ya no la refleja, estas censurándola ”