La artista donostiarra Rosa Valverde fue, ante todo, pintora. Sin embargo, a lo largo de su productiva trayectoria se interesó por multitud de disciplinas artísticas que ahora su familia trata de "ordenar, conservar y difundir". Así, tras la exposición del Museo San Telmo en torno a sus cajas de arte, la galería Ekain de Donostia acoge hasta el próximo 2 de abril un total de 27 grabados de la creadora que descubren una "de sus facetas más desconocidas" en la que trabajó a lo largo de diferentes etapas.
Organizada por la propia sobrina de la artista, Isabel Sagüés, bajo el título Rosa Valverde. Grabados y más, la muestra es una puerta a "un campo que no solía llevar a las exposiciones" y que desarrolló en tres etapas divididas entre Oiartzun, Florencia y Azkaine. "Hay una gran coherencia en una obra muy grande que trabajó muchísimo", observa Sagüés, explicando que la familia trata de "poner orden" a todo ello con colecciones como esta y la de San Telmo.
Durante más de tres décadas, Valverde trabajó en diversas ocasiones en grabados, a los que acudía, abandonaba y regresaba desde que se interesara por ellos por primera vez a comienzos de los años 80 en la casa de Oiartzun de su aita, el pintor Antonio Valverde, Ayalde. Junto al diseñador Javi López Altuna y su primer marido, el arquitecto Mikel Rotaeche, puso en marcha un taller de litografía y de grabado, donde "probó por vez primera con el formato usando el tórculo de su padre".
Aunque, en comparación a otras disciplinas artísticas como la pintura, la donostiarra no se explayó con los grabados en gran cantidad, el interés personal por el formato continuó muy presente en los siguientes años, tal y como se deduce de su decisión de trasladarse a Florencia para poder estudiarlos en mayor profundidad. "Allí realizó algunas piezas más y continuó haciéndolas de forma esporádica a su vuelta", explica Sagüés. Sin embargo, no fue hasta los años 2000, cuando se trasladó a Azkaine llevando consigo el tórculo de su aita, el momento en el que más se prodigó en el campo.
La muestra en la galería Ekain reúne grabados de esas tres épocas, diferentes en el tiempo pero similares en su resultado, a excepción, quizás, de sus trabajos en Italia, "algo más especiales". "Buscaba inspiración en todo aquello que la rodeaba. Hay una gran coherencia en cuanto a sus temáticas", explica su sobrina.
Así, entre las piezas expuestas en la sala donostiarra se puede apreciar una serie dedicada a los carnavales de Zubieta e Ituren, "a los que le gustaba mucho acudir cuando todavía no movían tanta gente" y sobre los que estampó algunos personajes de estas fiestas como joaldunak, dan-tzaris de Valcarlos y zaldikos.
También hay espacio para temáticas que expuso a lo largo de sus pinturas y cajas de arte como la naturaleza, como por ejemplo las vistas de Azkaine, y grabados de niños "en su habitación". "Recreó espacios reales como el de la hija de una de sus sobrinas que se rompió el brazo y pidió fotografías de ella escayolada en su habitación", indica Sagüés.
La mayoría de estos trabajos están realizadas en tonos oscuros y sepias, pero también hay algunos con los que experimentó el color, como una cabeza azul o varias rosas.
Exposición paralela
La muestra en la galería Ekain sirve como exposición paralela y complementaria de la cajas de arte del Museo San Telmo dentro del programa Baginen bagara dedicado a las artistas. "Gran parte del público que ha ido a ella no sabía ni que las cajas eran un género artístico. Los grabados también lo son y no se asocian nunca a Rosa Valverde", explica Sagüés.
Ambas colecciones son para la familia de la artista una oportunidad de "seguir mostrando más lotes" que han permanecido hasta ahora ocultos para el público. "Queremos ordenar, conservar y difundir todo el trabajo de Rosa. Nos hemos dado cuenta de que hay fans de su trabajo", apunta.
La colección de grabados expuestos son propiedad de la familia de la artista y están a la venta "a un precio accesible" con el objetivo de seguir expandiendo su presencia. La exposición se completa con seis cuadros y una figura escultórica de poliespán con ambientación vegetal.