l Bilbao de los años 70 y el Alicante de la misma época tienen mucho que ver. O esa es, al menos, la primera impresión que tuvo Agurtzane Intxaurraga mientras leía la obra teatral La Tarara, de la premio SGAE Josi Alvarado. "Pensaba constantemente en llevarla al euskera y a la época conflictiva de la delincuencia en Euskadi", revela la directora que, tras tener el visto bueno de la autora alicantina, se puso manos a la obra con la adaptación. El resultado final se estrenará hoy de la mano de Hika Teatroa en Lekuona Fabrika de Errenteria (20.00 horas) y contará con una versión en castellano que llegará a partir del día 28 al Teatro Arriaga de un Bilbao muy protagonista de la historia.

La versión que ha llevado a cabo Hika Teatroa se sitúa en La Palanca, en el barrio bilbaino de San Francisco, en plenos años 70. "Es un lugar y un tiempo que encajaba perfectamente con la historia. Una época marcada por la delincuencia y el conflicto en la zona", explica Intxaurraga, quien se ha encargado de la dirección de la representación, tanto en euskera como en castellano.

Es allí donde una niña, una virtuosa del violín, y una prostituta entablan una amistad a partir de la cual el espectador irá reconstruyendo un incendio a modo de thriller. "Habla de la reconstrucción de la memoria y de por qué no se cuenta lo que no se cuenta. Para ello, es muy importante la elegancia de las palabras y el lenguaje poético", cuenta la directora, que pone como referentes del texto el lirismo de García Lorca y el tecnicolor de Pedro Almodóvar.

Dos mundos, el lírico y el físico, que tienen su contrapunto en las dos protagonistas con las que "entender la vida de barrio de entonces". "La niña es una virtuosa del violín y para la prostituta es una salvación en una época oscura marcada por la religión y un mundo patriarcal. Para ella, en cambio, es conocer ese otro mundo oculto, de travestismo y música", señala Intxaurraga, al tiempo que destaca la carga que este último concepto tiene en la obra. "Hay música en directo con referencias a lo clásico a partir del violín y lo popular, como la canción La Tarara. Es un contraste más entre los dos mundos", asegura, añadiendo que, a pesar de la importancia de las canciones, la obra no es un musical.

Para recrear ese Bilbao de los años 70, la directora ha apostado por una escenografía más conceptual. "La historia se desarrolla en muchos espacios, por lo que se ha querido dar un mayor protagonismo a lo poético", cuenta, explicando que las alturas, la luz y la música son los tres elementos clave para generar las dos atmósferas de la pieza.

En cuanto al reparto, la directora tenía claros algunos de los personajes desde el primer momento en su cabeza, como el de la prostituta, a la que da vida el actor y dramaturgo Kepa Errasti. Otros, en cambio, fueron subiendo y bajando del proyecto según fue avanzando la producción, ya que "hoy en día es imposible contar con un elenco estable" ante la incertidumbre del sector. Más teniendo en cuenta una época pandémica en la que los positivos pueden dar al traste cualquier ensayo o función.

Uno de esos rostros que se incorporó fue el de Itziar Ituño, que participó en la lectura dramatizada que llevaron a cabo del texto original y que dijo que sí al proyecto, siempre y cuando su agenda se lo permitiera. Cuando ella no esté, su rol, el de la madre de la niña protagonista, correrá a cargo de Eneritz Artetxe. De igual manera, Adrián García de los Ojos e Iñar Sastre se dividirán, mientras que Tania Fornieles participará en la versión en euskera y Sandra Ferrús en la de castellano. Jurdana Otxoa y Jose Cruz Gurrutxaga estarán en todas las funciones.

"Estos últimos días han sido un estrés por culpa del coronavirus. Es un reparto amplio y un positivo lo paraliza todo", revela Intxaurraga, deseando ya estrenar en Errenteria. Tras el pase de hoy llegará la semana que viene uno nuevo en Aretxabaleta, antes de viajar a Bilbao, donde se podrán ver las dos versiones. Después, en torno a 25 funciones más que incluso llevarán a Hika Teatroa al germen de la historia: Alicante. "Será muy especial porque todo surgió ahí. Espero que guste nuestra versión. Josi no ha podido ver todavía la obra pero, cuando se enteró de que unos vascos querían hacerla, dijo que entonces se iba a hacer seguro", concluye entre risas.

"La obra habla de la reconstrucción de la memoria y de por qué no se cuenta lo que no se cuenta"

Directora de 'Tarara'