- Las galerías de arte donostiarras se han sumado a la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi, Mugak con diferentes exposiciones que ahondan en la idea de frontera, tema de la edición de este año. Así, autores como Juan Aizpitarte, Idoia Unzurrunzaga, Ángel Peris, Jaime de los Ríos, Carolina Valls, Katinka Bock y Jesús Mari Cormán exponen sus trabajos en Altxerri, Arteko, Arteztu, Cibrián, Ekain y Kur.

Bajo el lema Patrimonio y modernidad, las galerías han tratado de aportar su granito de arena a la conexión entre arquitectura y arte. Así, el donostiarra Juan Aizpitarte ha diseñado ocho instalaciones “que se salen de las casillas de las disciplinas” para la galería Altxerri con la exposición Ex_ile. “Hablo de los límites del cuerpo y del territorio y lo represento a través de una historia personal y los síntomas de la transformación de una ciudad”, explica el creador.

Aizpitarte ha querido abordar la noción de frontera desde el plano simbólico y bajo su propia persona. Nacido en Donostia, durante muchos años residió en Burdeos, lo que ha tomado como referencia para “hablar de los lugares dónde no vivimos”. Por ello, en su caso, como no podía ser de otra manera, la capital guipuzcoana toma gran protagonismo en la exposición. De hecho, dos de las ocho piezas hacen mención directamente a ella. Una, un tallado en el suelo de pan de oro es una metáfora de la gentrificación, y en otra se puede apreciar la reconocida barandilla de La Concha.

La exposición Ex_ile se podrá visitar hasta el próximo 15 de enero y cuenta con una pieza creada en los talleres de la Bienal y que pasará a manos de la galería.

Donostia también es la gran protagonista de la muestra En la ciudad, que la fotógrafa Idoia Unzurrunzaga expone en la galería Ekain hasta el 12 de diciembre. Durante el confinamiento, la creadora pudo fotografiar durante dos semanas las calles desiertas de la capital guipuzcoana. Estas imágenes se convirtieron en el proyecto 360° y que también utilizó para la iniciativa Archivo covid, en el que fotógrafos de todo el Estado enviaron sus imágenes de las ciudades desiertas con carácter documentalista más que artístico.

En la ciudad, en cambio, responde más a lo segundo. “Refleja el modelo de ciudad que se diseñó en el siglo XIX y que 160 años después seguimos disfrutando”, explica sobre 19 fotografías de “una ciudad desierta” que se centran en la Parte Vieja y en el ensanche de Cortázar. “Se produce una sensación extraña al observar esos lugares comunes tan vacíos. La falta de coches y personas te llevan a otra época”, revela la autora.

El proyecto le ha permitido, además, “poder jugar” con las imágenes, ya que las ha tratado de desnudar quitando en postproducción cualquier elemento que se pudiera haber colado. “Una fotografía es estética y te enseña lo que hay. Algunos se sorprenden al ver así una ciudad que conocen. Yo misma la veo ahora con otros ojos”, asegura.

El resto de las galerías participantes en la iniciativa de la Bienal de Arquitectura versan sobre los mismos ingredientes. En Arteko, Cuerpos de tinta y siluetas de algoritmos, comisariada por Cristina de la Fuente, recoge obras de Ángel Péris y Jaime de los Ríos en diferentes formatos. Mientras que el primero ha realizado una serie de piezas de papel que conectan el arte y la naturaleza, el segundo ha llevado a cabo una indagación de flujos de datos algorítmicos representados en pinturas fijas o en movimiento.

Tras ya participar en la iniciativa en 2018, Carolina Valls regresa con una nueva serie de obras que relacionan dibujo técnico, abstracción geométrica y pintura. Lo hace en la galería Arteztu durante todo el fin de semana bajo el título Fulcrum y el comisariado de Eduardo Valor.

En Cibrián, por su parte, la propuesta recae en la alemana Katincka Bock con Segment with unknown radius, una serie de obras que nacen de sus viajes a Gipuzkoa. A través de ellos, la creadora ha desarrollado esculturas e instalaciones que intervienen en diferentes espacios, explorando sus dimensiones y su diálogo con el resto del lugar. Esta muestra se podrá visitar hasta el 12 de febrero.

La última de las propuestas se encuentra en la galería Kur y recoge piezas de otro donostiarra, Jesús María Cormán. Enseres salvajes reúne varias de sus pinturas en gran formato, alegorías sobre el desborde y la ocupación de la naturaleza en los espacios. La muestra estará disponible hasta el 15 de diciembre.