- El miércoles hay una cita con el Planeta. Es necesario ver cómo nuestros actos por muy pequeños que sean tienen consecuencias. Angels Barceló nos lo va a recordar en El Cambio.

Hablemos de 'El Cambio', una preocupación mundial y el programa que va a estrenar usted en ETB-2 el miércoles.

—Aborda la emergencia climática, un tema que aparcamos durante la pandemia, porque todas las energías se volcaron en salvar la vida, la salud y la economía, pero que era protagonista antes de que llegara el covid. El Cambio, el programa de ETB, recupera el debate de la emergencia climática. Es en lo que nos tenemos que fijar a partir de ahora.

Sin embargo, da la sensación de que muchas veces se habla en este tema de elementos que no son cercanos a la sociedad.

—En ocasiones supongo que sí. En El Cambio queremos acercarnos a la ciudadanía con temas que son cercanos y conocidos. Es cierto que se dice: Se están deshaciendo los casquetes polares, sube la temperatura, ha subido el mar un milímetro... Esto sucede, pero vamos a traducirlo. ¿Qué quiere decir todo esto? Vamos a hablar de ellos sobre el territorio del País Vasco. ¿Qué incidencia tiene sobre la vida de los vascos? Os aseguró que tiene mucho de cercanía y que no hay forma de evitar la realidad que se nos viene encima. No podemos cerrar los ojos.

¿Con qué nos va a sorprender 'El Cambio' a los vascos?

—En el primer capítulo hablamos de la subida del nivel del mar. La emergencia climática está afectando al Cantábrico tanto por la erosión, cada vez hay más temporales, y la subida del nivel. Hay zonas que van a cambiar su perfil. Hay playas emblemáticas que van a desaparecer, hay localidades que se pueden quedar aisladas. Las construcciones de primera línea en algunos lugares pueden peligrar. Habrá que pensar cómo se construye, habrá que alejarse de las costas y de zonas que pueden llegar a ser muy peligrosas

Se está poniendo el foco en la costa, pero es de suponer que el cambio climático está influyendo en los cultivos, la ganadería, la alimentación.

—Por supuesto. Hay que hacer hincapié en cómo la subida de la temperatura afecta a productos básicos, la patata, la piparra, los tomates y un montón de productos que se toman no solo en Euskadi, también en más lugares. El cambio climático está afectando a muchas cosas que son más cotidianas de lo que pensamos. Va a influir en nuestra alimentación. No hay nada más cercano que lo que nos llevamos a la boca.

Hablemos de su trayectoria. Aunque la vemos en televisión, se ha afianzado en la radio.

—Mi primer programa fue en la radio. Luego estuve muchos años en la tele y después volví al que había sido mi primer medio. Ahora es la SER la empresa en la que llevo más tiempo de seguido

¿Se siente más cómoda en la radio que en la televisión? ¿Es más cómoda la radio que la televisión?

—A mí la radio me gusta mucho y me siento muy cómoda. Pero me siento así porque hago lo que me gusta hacer. Hasta que no sale un proyecto como el de ETB no me lanzo a la televisión. Hay pocas cosas en la televisión que me puedan interesar. Hay pocas cadenas que apuesten por el periodismo, sí lo hacen las autonómicas. Pero la televisión generalista apuesta poco por el periodismo como yo lo entiendo. Así que al final te vas alejando de este medio y te encuentras con otro, la radio, en el que puedo abordar el periodismo como yo quiero.

¿Cómo surgió el programa 'El Cambio'?

—Se pusieron en contacto conmigo, me lo contaron y me preguntaron si me interesaba. En un primer momento dije que no. Pero tengo que reconocer que el tema me gusta mucho, no solo me gusta, me preocupa. Era un caramelo que ponían delante. Gestionarlo con Hoy por hoy no era fácil, pero al final me decido y digo que sí. ¿Sabes qué me convenció?

No, pero estoy segura que me lo va a decir.

—Las intenciones de ETB. Una televisión autonómica tiene que tener ambición de servicio público. ETB me demostraba que lo que quería tener, era eso, servicio público. No me pude resistir. Yo me creo a las televisiones públicas. Entre otras cosas, porque yo nací en ellas. Se juntaron los ingredientes perfectos para que pudiera interesar el proyecto. Por eso estoy aquí. Me gustó la idea. Es trabajar por una causa que a todos nos debiera preocupar.

Negocionistas hay por todas las causas. El cambio climático también tiene sus detractores, hay quien no ve la amenaza que supone no cuidar al Planeta.

—Claro que los hay. Pienso que hay que hacer lo que hizo la BBC, a los negacionistas del cambio climático no darles silla, tampoco micrófono para que hablen. Los negacionistas al cien por cien pueden estar perdidos. Pero para la gente que duda, un programa como este le va a empujar más hacia la realidad climática que hacia un negacionismo absoluto. No sé qué dicirte de los negacionistas. Lo vemos con los antivacuna cuando se ha demostrado que las vacunas salvan vidas. Creo que a los negacionistas no hay que darles voz ni hacerles caso, no hay que ponerles el megáfono ni el altavoz.

¿Cree que la gente joven está más sensibilizada ante los problemas que muestra el Planeta?

—Pienso que está más sensibilizada. También está claro que serán ellos los que vivirán en el Planeta que nosotros estamos protegiendo ahora. Es una cuestión casi de superviviencia.

¿Tan mal lo hemos hecho?

—Todos no. Pero sí, no nos hemos dado cuenta de que nuestras actuaciones han significado un gran deterioro. No nos hemos dado cuenta de cómo estábamos matando lo que en el fondo nos daba vida. ¿Sabes qué ocurre? A la gente le cuesta entender que sus actos tienen consecuencias. Los actos de los políticos, evidentemente, tienen consecuencias; los actos de las empresas, también. Pero qué pasa con nuestros hábitos, los de los ciudadanos a nivel individual, también tienen sus consecuencias.

¿Somos unos inconscientes?

—Solemos pensar: Hoy no reciclo, pero no pasa nada. Y sí pasa. Que tú no recicles es muy importante. Es sobre lo que hay que concienciar. Esto es lo que la gente joven en su mayoría sí que entiende. Ellos entienden que los actos individuales tienen repercusión.

Su generación y la mía siempre ha consumido prendas y objetos de estreno, nuevos. Parece que a las que nos siguen les importan menos las adquisiciones de segunda mano. Una ayuda importante para salvaguardar el Planeta.

—Totalmente de acuerdo. Solo hay que ver el auge de las aplicaciones de compras de segunda mano. Creo que es importante considerar estos cambios de costumbres. En este programa también vamos a hablar de la economía circular. Hablamos de los residuos que dejamos con el desaprovechamiento de la comida, pero no somos conscientes de los residuos que deja el mundo de la moda, por poner un ejemplo; de los muebles; de los productos tecnológicos, de todo.

¿Cuestión de segundas oportunidades?

—Por supuesto. Son jóvenes los que están dispuestos a darles una segunda, una tercera o una cuarta oportunidad a la cosas. Es fundamental que entendamos que no podemos seguir consumiendo de una forma salvaje.

Nos vamos a salir de su profesión. Usted es una gran aficionada al fútbol.

—Cada vez menos. Cada vez me importa menos el fútbol. Ha habido condicionantes que me han hecho, cómo diría, ¿un paso atrás? A lo mejor, sí.

¿Ha influido la pandemia?

—Puede que sí, que la pandemia haya sido un detonante final. Pero llevaba anteriormente un desenganche de esa afición. No reconozco el deporte que a mí me gustaba tanto. La mercalización, el dinero... Y todo lo que conlleva el fútbol actual.

LLeva mucho tiempo siendo más un negocio y 'show' que un deporte. Al menos esa es la sensación que lleva unas cuantas décadas desprendiendo.

—Mira a mí me gustaba la idea romántica del fútbol, de mi equipo o de sus rivales. Lo sigo, me gusta que gane el Barça, que pierda el Real Madrid siempre. No lo sigo con la misma afición con la que lo seguía.

Recuerdo que me dijo que Messi era su ídolo. ¿Ahora tiene pies de barro?

—No. Sigue siendo el mejor jugador del mundo. Una cosa es que me haya desenganchado del fútbol y otra que no me identifique con la realidad. En el caso de Messi, la realidad es incuestionable. Recuerdo que cuando se fue del Barça este verano pasado, entré en la radio para decir qué me parecía su marcha. Había un compañero del Real Madrid que me dijo algo así como que ahora entendería lo que era que se fuera el mejor.

¿Y?

—Le dije: Los que no lo sabéis es vosotros, nunca habéis tenido en vuestras filas al mejor y nosotros, sí que lo hemos tenido.

"El cambio climático va a influir en nuestra forma de vida y también lo va a hacer mucho en nuestra alimentación"

"Una televisión autonómica tiene que tener ambición de servicio público. Es lo que me convencio para hacer 'El Cambio' en ETB"