- La Basílica de Loiola acogerá el próximo día 27 el estreno del largometraje Iñigo, dirigido por Imanol Rayo. La película, producida por Lamia Producciones y con Javier Godino como único intérprete, se centra en la experiencia de conversión de Ignacio de Loyola.

Imanol Rayo (Pamplona, 1984), que firma también el guion del largometraje, decidió centrarse en la conversión de Ignacio tras la experiencia del confinamiento por la pandemia. "Salvando las distancias, había similitudes con lo que Iñigo de Loyola vivió 500 años antes. Un individuo, personaje de acción, que lleva una actividad incesante, cambia radicalmente de ritmo a causa de la convalecencia que le lleva a estar encerrado durante un tiempo", explica.

El realizador navarro plasma esta transformación "llevando al extremo" elementos cinematográficos que ya había tanteado en anteriores películas como "un único personaje, sin diálogos, recreando su mundo externo a través de los sonidos, usando la luz natural, y con la cámara como espectador pasivo y testigo mudo de los hechos que transcurren".

Se trata de un proyecto "muy personal, a pesar de que Imanol Rayo no había tenido vinculación con la Compañía de Jesús hasta empezar a preparar el proyecto. "Mi acercamiento es externo", afirma, "desde la inquietud que le genera al artista el hacer preguntas, que es lo que en última instancia creo que debe hacer el arte".

Su voluntad ha sido tratar este tema "lejos de la mirada histórica". Por ello, el público no encontrará en el filme "un biopic de Ignacio, sino un retrato del movimiento interno del personaje, que se plasma mediante un ritmo pausado y sosegado".

El estreno de Iñigo en Loiola forma parte de los actos de Ignatius 500, el Año Ignaciano con el que la Compañía de Jesús recuerda "la experiencia que transformó para siempre a Ignacio, tras caer herido en Pamplona en mayo de 1521".