Las salas de cine de Euskadi se muestran algo "aliviadas" con el aumento del aforo al 60%, aunque, a su vez, se sienten "insatisfechas", dado que el LABI no ha atendido su petición de que la capacidad de espectadores sea del 75% como en la mayoría de comunidades del Estado, una cifra necesaria, dicen, para poder afrontar un escenario de recuperación económica. Asimismo, el sector estudia la solicitud de un rescate para mantener el parque de cines existente, ante las pérdidas millonarias desde que se inició la pandemia.

El de los cines es un sector que "ha caído al precipicio", primero, por las decisiones de distribuidoras de retrasar los estrenos más taquilleros de 2020 a 2021 y, segundo, por la reciente decisión de la administración pública vasca en cuesión de aforo. El presidente de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE), Alfonso Benegas, ha recordado este lunes que desde el inicio del estado de alarma en marzo del año pasado el sector ha perdido unos 15 millones de euros. Las perdidas acumuladas solo durante las cinco semanas que el aforo ha permanecido en el 35% suman 750.000 euros. En este sentido, el presidente ha avanzado que estudian pedir un rescate al Gobierno Vasco de cara a 2022.

"Un espectador se pierde muy fácil y puedes tardar meses en recuperarlo, el proceso es muy lento", ha asegurado Benegas, para después añadir que las medidas de aforo tomadas por Lakua repercuten, sobre todo, en un aspecto mediático: trasladan inseguridad. Es decir, pese al mensaje generalizado que se ha ofrecido durante más de un año de que "la cultura es segura", reducir las butacas al 35% ha provocado temor en los espectadores que han dejado de acudir a las salas. Benegas ha puesto un ejemplo de un cine que en julio alcanzó los 4.000 visitantes, pero en agosto no ha sido capaz de llegar a los 2.000. "Se ve que la caída ha sido monumental, pero no por las restricciones, sino porque no ha venido público", ha subrayado.

Un 75% de los aforos, opina la EZAE, permitiría dar la distancia suficiente para un entorno "seguro", al tiempo que permitiría el inicio de la recuperación en el sector que, avanzó su presidente, "será muy lenta". "Con un 75% se hubiese transmitido una imagen de seguridad plena", ha insistido.

Petición de rescate

"Lógicamente habrá que estudiar las pérdidas económicas e intentar que el sector pueda ser rescatado de alguna manera en los presupuestos del año que viene", ha expuesto Benegas, que ha lamentado que los 15 millones de euros de pérdidas han supuesto un duro "golpe" para las salas: "Para seguir abiertos necesitamos un apoyo económico, eso está claro; necesitamos ese empuje, ese rescate".

En este contexto, la EZAE ha pedido una ronda de contactos con los partidos representados en el arco parlamentario para explicarles "cómo es su sector". "Nosotros no abrimos la puerta y se nos llena la sala de gente. Hay que trabajarlo con confianza", ha comentado antes de volver a insistir que el de los cines ha sido un espacio en el que se han cumplido escrupulosamente las medidas sanitarias. Tanto es así que en el año y medio de pandemia no se ha reportado ningún brote en estos espacios.

En Euskadi hay 188 pantallas, la mayoría de ellas pertenecientes a empresas de exhibición vascas como la Sade en Donostia, aunque también hay algunos agrupados en empresas estatales como Yelmo o Cinesa. "Tenemos una muy buena estructura de cines y creo que vale la pena que se nos eche un cable y solucionar esta situación", ha concluido Benegas.