75 conciertos. Cinco estrenos. Seis espectáculos de danza. Dos orquestas internacionales. 18 compositores vascos. Más de 35 escenarios. 27 días. 1,8 millones de euros de presupuesto. Estos datos son los que de una forma somera resumen lo que será la 82ª edición de la Quincena Musical, que se ha presentado este lunes el auditorio Kursaal, en una cita en la que como es habitual han participado tanto el director del festival, Patrick Alfaya, como los distintos representantes de las instituciones que conforman el patronato, así como colaboradores privados. La 82ª Quincena vuelve a hacer sitio a propuestas internacionales y su programación abordará partituras desde el "barroco más primigenio hasta músicas de hoy en día" con "guiños" a otras propuestas más diferentes.

Los datos suelen ser fríos, mientras que los nombres propios son los que aportan melodía a una programación que se anuncia como "más ambiciosa" en comparación con la de 2020, edición condicionada de pleno por la pandemia. Si bien esta no ha desaparecido, la Quincena avanza hacia la "normalidad" con propuestas internacionales y seguras como la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo o la Budapest Festival Orchestra.

Las bailarinas Lucía Lacarra e Iratxe Ansa, los pianistas Mitsuko Uchida y Grigory Sokolov, y la violinista Anne-Sophie Mutter son solo algunos de los celebrados intérpretes "muy mediáticos" que participarán en una edición que recupera todos sus ciclos -el sinfónico-coral, Victoria Eugenia, Órgano, Quincena Infantil, Quincena Andante, Música Antigua, Música Contemporánea, Música de Cámara y Musikeler- y que vuelve a apostar "con prudencia" por las propuestas corales, que suponen uno de los pilares fundamentales de la tradición musical vasca. Así lo ha defendido siempre Alfaya, también en esta ocasión, al programar sendos conciertos con el Orfeón Donostiarra y el Coro Easo.

Ambos conjuntos actuarán en el Kursaal, escenario habitual para espectáculos de gran formato, que se inaugurará con la doble actuación, el 1 y 2 de agosto, de la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo, dirigida por Gustavo Gimeno, y que contará como solista con la celebre pianista Yuja Wang. Gimeno se subirá al podio de este auditorio pocos días después para conducir a la Euskadiko Gazte Orkestra (EGO), un conjunto que "en su nuevo camino", según ha asegurado Alfaya, "no suena como una orquesta joven, sino como una orquesta profesional".

Para paliar los efectos de posibles cancelaciones de última hora motivadas por una evolución desfavorable de la pandemia, tal y como ocurrió en 2020, la Quincena ha apostado además por incluir en su programación, además de la tradicional Euskadiko Orkestra, a dos conjuntos que hace años que no participan en la programación y que son dos referentes a nivel del Estado. Por un lado, la Orquesta Sinfónica de Galicia, bajo la batuta de Dima Slobodeniuk, ofrecerá un doble programa compuesto por la Sinfonía nº1 de Rachmaninov y el Concierto para piano nº1 de Brahms -19 de agosto- y Nänie y Canción del destino, también de Brahms, y la Sinfonía nº5, de Tchaikovsky -20 de agosto-. Por su parte, cinco días después, la Orquesta Nacional de España; su director, David Afkham; y el violinista Leonidas Kavakos se subirán a las tablas del Kursaal para interpretar, siguiendo con Tchaikovsky, su Concierto para violín en un programa que se completará con la Sinfonía nº1 de Schumann.

Los ciclos de de Cámara, Antigua y Contemporánea

El Museo San Telmo, "segunda casa" de la Quincena Musical en Donostia acogerá, por su parte, el Ciclo de Música de Cámara. El director del festival ha resaltado la participación del pianista británico Stephen Hough, que interpretará la Música callada de Frederic Mompou, "uno de los compositores de música de piano más interesantes de la segunda mitad del siglo XX". Hough, por su parte, es "un magnífico pianista que ha actuado con todas las grandes orquestas" pero "quería hacer este repertorio en un lugar íntimo". Es por ello que la organización le propuso actuar en el claustro del museo.

En cuanto al Ciclo de Música Antigua, que contará con cinco propuestas en la basílica de Santa María del Coro, el programador ha destacado el recital que ofrecerá Conductus Ensemble el 13 de agosto. A juicio de Alfaya, este conjunto del territorio, es uno de los mejores grupos de música barroca con los que cuenta Gipuzkoa. En su afán de impulsar al talento local, la organización ha hablado con otros festivales como el de Santander, para que Conductus Ensemble también actúe allí y presente su propuesta construida sobre música de Bach.

Las salas polivalentes del Kursaal serán, por su parte, los escenarios que acogerá el Ciclo de Música Contemporánea que este año contará con tres propuestas: el Trío Zukan estrenará una obra de Zuriñe Gerenabarrena el 4 de agosto; Seldom Sene ofrecerá en primicia una composición de Félix Ibarrondo el 7 de agosto; y cuatro días después L'oiseau bleu interpretará el Cuarteto por el fin de los tiempos de Olivier Messiaen.

Carlos Núñez y Beethoven

Además de su amplio repertorio "desde el barroco hasta nuestros días", la Quincena ha hecho también guiños a otras propuestas. Es el caso de Celtic Beethoven dentro de la Quincena Andante, un proyecto con el que Carlos Núñez llevará al Santuario de Arantzazu composiciones poco conocidas del germano sobre melodías o "aires" irlandeses, escoceses o galeses. "No es una frivolidad de Carlos. Es un excelente músico de formación clásica y un magnífico flautista", ha asegurado Alfaya. En este sentido, Núñez ha cogido todas esas composiciones y las ha "transformado, casi orquestado" para poder interpretarlas además de con su gaita, también con guitarra, arpa, violín y piano.

Creación coreográfica en Tabakalera

Desde la Quincena Musical llevan años intentando impulsar una mayor presencia de propuestas dancísticas en su programa. En este sentido y atendiendo también al talento local, el festival ha destinado dos escenarios a esta disciplina. Así, el Victoria Eugenia acogerá los últimos espectáculos de "dos pesos pesados" como son Lucía Lacarra e Iratxe Ansa, mientras que Tabakalera será el lugar de la experimentación.

En este sentido, el encuentro ha topado en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea un excelente aliado y desean que la relación fructifique también en futuras ediciones. Por ello, Alfaya ha adelantado que si el ciclo del centro funciona como prevén, apostarán porque el próximo año Tabakalera se convierta en un laboratorio de creación de coreografías para la Quincena.

Ópera infantil impresa en 3D

Asimismo, el festival volverá a contar con una ópera infantil, un espectáculo denominado Hirira, una producción propia encargada por Quincena que se estrenará el 10 de agosto en el Victoria Eugenia. Los jóvenes intérpretes de Easo Eskolania y de Easo Gazte Abesbatza, con música de Paul Hindermith, están creando una obra en la que se muestran los entresijos de una ciudad imaginaria, invitando al público a repensar el lugar que habitamos y a dibujar otras realidades posibles. En este caso, los elementos escenográficos se crearán con impresoras 3D, siendo la primera ópera del Estado que usa esta tecnología.

"Tímido" retorno de la Quincena a Chillida Leku

El festival también volverá de forma "tímida" a Chillida Leku, escenario que no pisaba desde hace años. El Cuarteto Gerhard ofrecerá el 22 de agosto un recital de cámara con música de Shostakovich, un programa que prevén que se reproduzca también durante los próximos años.