A medida que la pandemia remite, los festivales abren el puño. Algo más, por lo menos. Ya ocurrió hace unas semanas con el Jazzaldia cuando anunció que a diferencia del año pasado en la próxima edición contará con presencia de artistas internacionales. Ahora, la siguiente cita del verano cultural donostiarra, es decir, la Quincena Musical ha anunciado que volverá a contar con artistas extranjeros de primer nivel en su cartel. El decano de los festivales de música clásica del Estado, que se celebrará entre el 1 y el 27 de agosto, ha presentado un adelanto de su programación que "supone un paso hacia la normalidad". No en vano, "recupera, en gran medida, la envergadura de ediciones pasadas". Así lo ha manifestado este miércoles en una nota en la que ha detallado que en su 82ª edición retornarán varias actividades que no pudieron desarrollarse en 2020 a causa del covid-19. En este sentido, la Quincena ha presentado la programación para su escenario estrella, el Kursaal, que inaugurará su ciclo sinfónico el 1 y 2 de agosto con la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo.

En un ejercicio de responsabilidad institucional, la Quincena renunció en 2020 a contratar a conjuntos internacionales, una operación que, en ningún caso hubiese sido rentable, con aforos de entre el 50% y el 60% en auditorios como el citado -el Kursaal tiene una ocupación máxima de 1.900 butacas-. A falta de conocer cuál será la capacidad del espacio el próximo mes de agosto, el festival ha manifestado su "vocación de vuelta a la normalidad" a través de "una oferta accesible al gran público". Por ello, ha apostado por sumar a su cartel para este año a "algunos de los mejores solistas del mundo, grandes orquestas y coros", al tiempo que contarán con un "repertorio heterogéneo". Entre las novedades, el festival también ha anunciado la recuperación de ciertos espacios como el Santuario de Arantzazu y el Museo Chillida Leku.

Además de la Filarmónica de Luxemburgo, otros conjuntos que formarán parte de la programación serán la Sinfónica de Galicia, la Orquesta Nacional de España, la Budapest Festival Orchestra, a las que se sumará, por supuesto, la agrupación residente de la Quincena, la Euskadiko Orkestra. Entre los nombres propios que ha anunciado el festival se encuentra el de los pianistas Grigory Sokolov y Mitsuko Uchida y el de la violinista Anne-Sophie Mutter.

Ciclo sinfónico de la Quincena Musical

Tanto el 1 como el 2 de agosto, la Filarmónica de Luxemburgo, que ya participó en el festival en 2018, estará dirigida por su batuta titular, Gustavo Gimeno, y contará con la pianista Yuja Wang como solista. Según ha explicado la Quincena, esta músico de 34 años "se sitúa a la vanguardia de su generación". "Reconocida por su indiscutible talento, versatilidad y fuerza interpretativa, esta amante de otros estilos musicales como el hip-hop, Yuja Wang es conocida también por su cuidada puesta en escena; lejos de considerarla algo frívolo, la pianista defiende su indumentaria como una forma de expresión, como otro modo de canalizar su creatividad", ha detallado la organización. Durante la jornada inaugural, la pianista abordará el Concierto para piano nº4 de Rachmaninov y la Sinfonía nº8 de Dvorak. El día 2, por su parte, interpretará el Concierto para piano nº1 de Liszt, el Concierto rumano de Ligeti y la Sinfonía nº 5 de Beethoven.

Además de dirigir a esta orquesta de los Países Bajos, Gimeno, que visitará el festival donostiarra por tercera vez, será el director residente de la 82ª edición. Así, se volverá a subir al podio del Kursaal para dirigir a la Euskadiko Gazte Orkestra, el 8 de agosto. Este recital contará con "el virtuoso del violín" Julian Rachlin, considerado en su día un niño prodigio y ganador del Eurovision Young Musicians, que pondrá música al Concierto para violín y orquesta op.64 de Mendelssohn en un concierto en el que también sonará la Sinfonía nº4 de Tchaikovsky.

El 19 de agosto será el turno de un conjunto habitual de la Quincena Musical desde 1994, la Orquesta Sinfónica de Galicia, que llegará a Donostia en una gira promovida por Xacobeo 2021. Esta formación, que volverá al Kursaal el día después, contará con la dirección de Dima Slobodeniouk y con otra solista de primer nivel: la pianista Elisabeth Leonskaja, reconocida recientemente por los Opus Klassik y considerada "una de las más grandes intérpretes de piano de todos los tiempos". La georgiana se sentará ante las teclas con el Concierto para piano nº2 de Brahms en un programa que se completará con la Sinfonía nº1 de Rachmaninov. Al día siguiente el Coro Easo se sumará a la agrupación gallega para seguir con Brahms, en este caso, con Nänie op.82 y Canción del destino op.54. Tchaikovsky también estará presente en el concierto con su 5ª Sinfonía.

Al día siguiente, 21 de agosto, dos conjuntos de casa, la Euskadiko Orkestra y el Orfeón Donostiarra interpretarán dos composiciones para voces blancas, "las intimistas" Letanías a la Virgen Negra de Poulenc y la Misa de los pescadores de Fauré. La "rotunda" Cristo en el Monte de los Olivos de Beethoven completará la propuesta en la que la orquesta no estará comandada por Robert Treviño, sino por Víctor Pablo Pérez. Acompañará a estos dos conjuntos la soprano Iwona Sobotka, el tenor Airam Hernández y el bajo Frederic Jost.

Por su parte, otro violinista de renombre, Leonidas Kavanos, un invitado habitual "en las temporadas de las orquestas más importantes del mundo", acompañará como solista a la Orquesta Nacional de España el 25 de agosto con un recital compuesto por el Concierto para violín y orquesta op.35 de Tchaikovsky y la Sinfonía nº1 de Schumann.

Por último, el ciclo sinfónico se cerrará el 27 de agosto con la participación de la Budapest Festival Orchestra, dirigida por Ivan Fischer, antes de que dé el salto a Suiza para clausurar el Festival de Lucerna. Este conjunto, que ha actuado en Donostia hasta en cinco ocasiones en la última década, se enfrentará a un programa con composiciones a caballo entre el siglo XIX y el XX: Le boeuf sur le toit op.58 de Milhaud; el Concierto para piano y orquesta en sol mayor de Ravel; Gymnopédie n º1 de Satie; y las Danzas de Galanta de Kodaly.

Los nombres propios de la Quincena

"El Kursaal acogerá, asimismo, tres recitales de enorme altura, una oportunidad única para disfrutar de la labor en solitario de tres de los intérpretes cuyas sólidas y dilatadas carreras los sitúan entre los de mayor peso específico a nivel mundial". De esta manera han hablado desde la Quincena de los pianistas Grigory Sokolov y Mitsuko Uchida y la violinista Anne-Sophie Mutter.

Solokov, "un mito del piano", iba a participar en la pasada edición del festival de música clásica, no obstante, el cierre de las fronteras italianas por el covid-19 impidió, finalmente, su actuación. Si todo marcha como debe, Sokolov sí que visitará la capital del territorio este año para sentarse al piano el próximo 9 de agosto. El músico vendrá con un programa que ya interpretó en el Palau de la Música de Barcelona el pasado mes de marzo, logrando el aplauso del público y crítica. Sokolov volverá a enfrentarse a una selección de las Polonesas de Chopin y a los Diez preludios de Rachmaninov.

La pianista japonesa, por su parte, llegará al Kursaal el 22 de agosto. La Quincena subraya que se tratará de una de las citas "ineludibles" del festival. No en vano, Uchida, "aclamada intérprete de Mozart, Beethoven, Schubert, Chopin, Debussy y Schoenberg", abordará un recital monográfico en torno a Schubert con su Cuatro Impromptus D.935 y la Sonata en sol mayor D.894.

Por último, Muller, ganadora de cuatro premios Grammy, actuará por vez primera en el Kursaal el 26 de agosto y lo hará junto al pianista Lambert Orkis. Ambos interpretarán un programa compuesto por Sonatas de Mozart y Beethoven y Franck.