omo profesionales de la Danza, piensen en su papel en la situación actual de pandemia, encierro y toque de queda. La gente les necesita ahora y les necesitará después de esta crisis. Produzcan una vacuna contra el virus del alma: ustedes saben cómo hacer bailar a la gente. ¡Escuchen la llamada: respóndanla!". Estas son las palabras que el presidente del Consejo Internacional de la Danza (CID), Alkis Raftis, dirige hoy a bailarinas y bailarines de todo el mundo, con motivo del Día Internacional de la Danza. Una jornada especial, tras un año más que complicado para el sector que, contra y viento y marea, continúa peleando por su supervivencia. Y que no se detenga.

Porque la danza celebra hoy su día en un momento de "fragilidad", en el que las representaciones de esta disciplina no superan el 4% de las funciones de artes escénicas en España. Son datos que pertenecen al Anuario SGAE en torno a las 50.866 funciones ?de las cuales, 2.160 eran propuestas de danza? realizadas en España en 2019, en el mundo pre-pandemia. Seguramente el balance del pasado año sea incluso peor. Frente a la guerra fría y crisis que experimenta el sector cultural, desde el sector de la danza reclaman una mayor programación de esta disciplina en los espacios públicos y la creación de recintos específicos para su promoción, formación y exhibición. "La danza ya era la niña pobre de las artes escénicas y la pandemia la está rematando. Es responsabilidad de las instituciones el reequilibrio de la programación, sobre todo ahora que los mercados internacionales están cerrados y no se sabe hasta cuándo", ha alertado la coreógrafa y bailaora María Pagés, miembro de la junta directiva de la SGAE, quien considera "crítica" la actual situación.