"Soy el primer sorprendido de que ETA se haya vuelto algo mainstream. Así ha hablado este jueves el cineasta y dramaturgo Jon Viar en la presentación en Donostia de Traidores, el documental que ha dirigido sobre la figura de su padre, Iñaki Viar, uno de los impulsores del Foro de Ermua y anteriormente condenado a 20 años de prisión por el régimen franquista por su participación como miembro de una ETA seminal en un atentado con bomba contra la Bolsa de Bilbao a finales de los 60. Traidores se podrá ver mañana viernes en el Teatro Principal en la jornada inaugural de la 18ª edición del Festival de Cine y Derechos Humanos. Aunque puede enmarcarse dentro del auge de las ficciones sobre el conflicto vasco que en el último tiempo se han dado en el audiovisual, como la Línea invisible o Patria, para Viar y su familia responde a una necesidad personal de "explicar el horror vivido". "Si ahora se puede hacer cine sobre engendro nazi totalitario que fue ETA es porque ya no mata", ha afirmado.

Este relato de no ficción aborda una historia conocida -"la historia de ETA es aburridísima"- desde un punto de vista "íntimo" y, a la vez, poco habitual; el propio cineasta asume que "incomodará" a parte de la población vasca. No en vano, Traidores se muestra muy crítico con el nacionalismo. "Es un relato que se traslada de padres a hijos", ha asegurado Viar. En su caso, el nacionalismo estuvo enraizado en su familia desde el siglo XIX hasta que su padre, Iñaki Viar, rompió con la "tradición" familiar durante su paso por la cárcel de Segovia. Viar fue detenido en 1969 por la Brigada Político-Social y fue parte del proceso de Burgos. Asimismo, fue uno de los ideólogos de la fuga de Segovia. Aunque fue condenado a 20 años, salió de prisión en 1977 gracias a la Ley de Amnistía.

Cuando era joven, el cineasta descubrió que su padre había pertenecido a ETA, algo que le chocó, sobre todo por la postura vehemente que tenía hacia el terrorismo. En este sentido, empezó a darse cuenta que el entorno de su familia vivía condicionado por la existencia de la organización, primero por su participación en sus orígenes y, posteriormente, por estar amenazados por ella: "Siempre me ha obsesionado el mal y la metáfora del mal más cercana que he conocido ha sido ETA". Viar reproduce en su documental los testimonios de aquellas personas consideradas "traidoras a ETA" y su "intrahistoria", enfocándose, por supuesto, en la figura de su padre. En este sentido, habla de un "trauma heredado" en busca de una "catarsis".

Mikel Azurmendi, Jon Juaristi, Teo Uriarte y Ander Landaburu son algunos de los entrevistados en un documental que se completa con filmaciones caseras de la familia Viar, incluidos fragmentos de los cortometrajes caseros grabados cuando era un cineasta adolescente y en el que el terrorismo también estaba muy presente: "De modo muy natural me pongo a hacer cortos sobre ETA. Quizá nunca me interesó a hacer un discurso político".