- En la música, como en el arte, no hay progreso, porque lo actual no anula lo anterior; tan solo lo transforma y lo enriquece. De este amor a la tradición, de una mezcla musical explosiva y de una generación que se desenvuelve y subsiste entre dos idiomas nace Chill Mafia. La cuadrilla, de distintos puntos de la periferia de Iruñea -Mendillorri, Rotxapea, Ansoain, Villava- irrumpió como un huracán en la escena musical vasca el pasado mes de febrero con el videoclip de la canción Gazte Arruntaren Koplak, una reinterpretación de los versos del poeta y cantautor oiartzuarra Xabier Lete, Gizon Arruntaren Koplak. El tema, en el que un joven con actitud chulesca y chándal rojo contrasta con un paisaje nevado, ciertamente inhóspito y unos estáticos gemelos de dudoso parentesco, se hizo viral en apenas dos días, alcanzando las 100.000 visualizaciones en Youtube a la semana de publicarse, esto es, la mitad de la población censada en Pamplona para un grupo que partía del underground más absoluto.

La formación, en la que participan FlakoFonki (Julen Goldarazena), Irene Cervantesy Kiliki Frexko(Beñat Rodrigo) a las voces -este último también a la producción-, Sara Goxua como DJ (Sara Losúa) y Tuli Pump(Martín Cervantes) y Suneo (Alessandro Martins) como productores, agotó el 27 de marzo las entradas en la sala Dabadaba de Donostia y actuará de nuevo en Gipuzkoa. el 17 de abril en el Topic de Tolosa, y el 8 de mayo en Kartzela Zaharra Bergara. Presentarán su mixtape Ezorregatik x berpizkundea (De nada por la resurrección) en un momento especialmente complicado para las contrataciones y los espectáculos en directo. Unos y otros tienen claras las premisas: "Primero tienes que conectar con el sitio donde has nacido. Usar tu escena como trampolín". "No tiene sentido proyectarte a Madrid o Barcelona si no has podido conectar con tu puta ciudad", defienden Sara Goxua y Kiliki Frexko.

De su última mixtape, Ezorregatik x berpizkundea, se evidencia una curiosa esquizofrenia musical, fruto de una rica variedad de referentes musicales y culturales, tanto por su posición geográfica como por su condición generacional.

Nacidos en 1999, buena parte de su vida la han pasado escuchando a bandas coterráneas como Asto Pituak o El Konde Rata, grupos terriblemente punkis, con letras idealistas y ritmos celéricos. Fueron creciendo y se iniciaron en el rap y en el trap, influenciándose de personajes como Cecilio G y Young Beef y, con ellos, de todo el entramado estético y urbano que los envuelve.

Con esta amalgama de estos y otros estilos -y del folclore vasco-, han lanzado veintinueve minutos y pico de mixtape en los que las pinceladas de dub, ska, trap, reggae, reguetón, punk y trap conviven y se entremezclan en diez temas, algunos en euskera, algunos en castellano y otros que alternan ambos, reflejo y consecuencia de la realidad lingüística de la ciudad que habitan. "Es el caldo de cultivo de Iruñea. Aquí no puedes vivir en euskera al cien por cien. Vas a la Administración pública o a cualquier tienda y no puedes comunicarte en euskera. Como consecuencia, hablamos en euskañol y cantamos en euskañol. Es la realidad de Iruñea", reflexiona Kiliki Frexko.

Desde su reciente irrupción en la escena, han tratado de ponerles bajo el sello del Euskaltrap, una etiqueta de la que reniegan frontalmente, no solo porque abarcan estilos muy diversos, también porque no creen en el folclore; creen en la tradición. "La tradición se mueve, y la tradición del siglo XXI es meterle un chándal y auto tune a un ritmo de bertsos". Por eso demandan un cambio generacional en la música para evolucionar "con lo que ya está hecho". "No hay que replicar la música que estaba hecha hasta ahora. Pon un poco de tu parte. Experimenta. Haz algo por la cultura", comenta Flako Fonki.

Por eso, aún pendientes de qué augura el futuro a una cuadrilla que hace música de forma "puramente existencialista", se sienten mucho más cómodos en el cajón de sastre que ofrece la marca de la música tradicional vasca y, por el momento, tal y como anunció Flako Fonki en un tema de Young, Gifted & Basque, una de sus mixtapes anteriores, están haciendo lo que les sale "de la punta del nardo".

Solo de esa manera, y no de otra, se entiende que puedan trapear sobre una base de Cicatriz, improvisar verbos compuestos para el siglo XXI -dautsagu kotxean- o encarnar a ritmo de dub el orgullo de barrio.

"No hay que replicar la música que estaba hecha hasta ahora. Experimenta, pon de tu parte. Haz algo por la cultura"

Cantante de Chill Mafia