Una edición de la Quincena Musical con su fecha habitual, sin ser un festival reducido, que mantiene su número habitual de conciertos (70), con orquestas extranjeras y la presencia de "bastantes estrellas con nombres que suenan mucho" como los de los pianistas Grigori Sokolov y Yuja Wang. A pesar de la pandemia, las intenciones del certamen donostiarra son claras: "Que haya festival y que sea un buen festival".

Así lo ha dejado claro esta mañana el director de la Quincena Musical, Patrick Alfaya, durante la presentación del cartel de la 82 edición del festival, obra del artista guipuzcoano Ibon Aranberri. "Está siendo una montaña rusa constante, pero confiamos en poder mandar ya el programa a la imprenta", ha adelantado Alfaya.

Así, si el coronavirus lo permite, este agosto volverán las orquestas extranjeras a Donostia -"Aunque son la kriptonita del programa"- a una edición que no verá reducida su capacidad y contará con en torno a 70 conciertos entre los que, si se cumplen todas las condiciones, "habrá bastantes estrellas con nombres que suenan muchos". El pianista ruso Grigori Sokolov, que no pudo actuar el pasado año en la capital guipuzcoana, y la china Yuya Wang serán dos de esos nombres.

A ellos se le sumará "un peso grande" en el programa a la danza, algo que el festival llevaba tiempo queriendo llevar a cabo.

El cartel

La 82 edición de la Quincena Musical llevará como rostro una imagen creada por Ibon Aranberri. El artista de Itziar ha partido de "los códigos de un instrumento" para, a través de unas plantillas de un luthier mostrar la transición entre el sonido y el silencio. "Que encarguen un cartel a un creador tiene sus riesgos, ya que se espera que tenga su marca pero se mantenga el sentido del cartel. Es un choque entre ambas ideas", ha explicado Aranberri, quién se ha valido de la repetición de estas plantillas para representar una sonoridad con la que dotar de ritmo a la imagen.