l pintor y estampador Mariano Arsuaga (Irun, 1954), presenta en Portalea de Eibar una buena colección de su producción pictórica, realizada entre los años 1988 y 2020, y a decir verdad resulta una excelente muestra y síntesis de todo lo producido hasta el momento. Una obra fresca y llena de vitalidad, producida dentro del expresionismo abstracto y sin olvidar del todo la figuración, hace referencia siempre al campo y la ciudad y a la síntesis de un paisaje simbólico, cargado casi siempre de tonos y semitonos, que oscilan entre los rosas y los naranjas, los azules y los morados, con algunos trallazos de verdes lechuga y algunos blancos roto.

Arsuaga es un poeta lírico del paisaje guipuzcoano que enlaza en la gama cromática con los Ameztoy y los Zuriarrain, y también con anteriores posimpresionistas como los Bienabe, los Montes y los Berrueta, pero que se mueve en una onda sintáctica más cercana a los expresionistas figurativos de la segunda mitad del siglo XX.

Y así traza paisajes entre acuosos y evanescentes en sus primeros momentos, más cercanos a la pura abstracción, a los que va añadiendo en el correr de los años geometrías y arquitecturas entreveradas, a veces suaves, y otras más fauvistas, hasta llegar en los últimas décadas a grandes explosiones de color, con rosas y morados profundos, trazados a grandes brochazos, pulso y tensión de una pintura más gestual, y menos racional, que la realizada en anteriores momentos. Los tamaños, como la intensidad del color, también han ido en aumento los últimos años. Creemos que el conjunto de su obra, expuesta en las hermosas y amplias salas de Portalea, sirven de excelente marco para resaltar todavía más su luminosa obra.

Y es que en toda ella hay una luz que surge desde el interior de su pintura, y que irradia toda ella, y que es claro exponente del espíritu franciscano y contemplativo del pintor hacia el paisaje y la concepción de su obra. Luz y color que posee aspectos musicales, y que cobra acentos líricos de gran fuerza e intensidad en sus obras pintadas en naranjas y rosas. A tientas ha ido recorriendo el autor su camino creativo, y a tientas ha ido plasmando su mundo propio lleno acentos poético, musicales y cromáticos. A tientas seguirá recorriendo su camino, que va logrando altas cotas de calidad y colorido.