- En febrero de 2001, se anunció que el proyectado Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene, se ubicaría en Donostia e iniciaría su actividad con el nuevo curso. Tardó muy poco en atraer a alumnos de otras latitudes y veinte años después es casi una garantía para quien busca un futuro profesional en la música.

"Estamos seguros de que con la formación de grado que obtienen y la especialización, que hacen aquí o en otros sitios, el alumno de Musikene va a encontrar trabajo", afirma Miren Iñarga, su directora general y académica.

Iñarga va camino de los siete años al frente de un conservatorio que tardó quince años en tener sede propia, en un nuevo edificio en el campus guipuzcoano de la UPV/EHU, que perdió dos de las plantas proyectadas con el fin de reducir su coste casi a la mitad.

El replanteamiento arquitectónico se llevó a cabo en 2010, en plena crisis económica, cuando el centro vivía además conflicto propio, que se solventó más de un año después con la salida de sus máximos responsables y la constitución de una gestora. "¿Qué institución no ha vivido sus vaivenes?", dice Iñarga, diplomática.

Con el nuevo edificio están "encantados y agradecidos" después de años compartiendo cuatro sedes provisionales de forma simultánea, entre ellas el palacio de Miramar, aunque sí echan de menos las aulas grandes para los ensayos de agrupaciones, que figuraban sobre plano en una de las plantas suprimidas.

La carencia se suple con "la ocupación máxima" del auditorio, un espacio polivalente y divisible pero con una acústica acorde con sus dimensiones, mayores que las de las aulas no construidas.

Iñarga afirma que "la calidad del profesorado" es una de las señas distintivas del centro, músicos en activo que combinan sus carreras artísticas con la docencia. "Es muy importante que también sepan transmitir emociones, lo que es el mundo profesional, la comunicación con público", remarca, tras puntualizar que ninguno de los 165 profesores tiene jornada completa y cada uno imparte una sola materia.

Otro pilar en el que Musikene asienta un prestigio que ha atraído a estudiantes de todas las comunidades autónomas y de muchos países-suman casi dos tercios-, es "un plan de estudios muy completo y muy bien pensado para cada unas de las especialidades".

Para su desarrollo, han creado proyectos "muy interesantes" con Onkologikoa y otras entidades, que ha permitido organizar conciertos en prisiones, con mujeres maltratadas, y talleres con enfermos de Alzheimer o personas con síndrome de Down.

Los estudiantes de Erasmus pueden acceder a "los mejores centros". "A la Sibelius de Helsinki, el conservatorio superior de Música y Danza de París, a centros de Amsterdam, Viena y Salzburgo, lugares así". "Al mismo tiempo, recibimos alumnos de esas instituciones porque Musikene es un centro de interés", puntualiza

Lo que no había tenido nunca Musikene era un puesto específico dedicado a la limpieza de instrumentos. El covid ha obligado a ello y a consultar a las marcas la mejor forma de hacerlo, para no "cargarse" ninguno "a fuerza de tanto limpiar".

El covid ha obligado a Musikene a crear un puesto específico dedicado a la limpieza de los instrumentos