ocas veces nos hemos encontrado con tanta sensibilidad y madurez en una artista emergente como en el caso de Nagore Amenabarro (Amezketa, 1986), que expone ahora de manera monográfica, en la Sala Laborategia del Museo San Telmo (MST), una colección de diseño de objetos, joyas y esculturas, iniciativa impulsada por la colaboración entre el museo y Kutxa Fundazioa.

Harkaitz Cano asegura que la artista se vale, entre otras cosas, de dos estrategias clásicas, el azar y la construcción modular, dando como resultados creaciones imprevisibles y sorpresivas.

Lo cierto es que la artista sorprende por su versatilidad y transversalidad en la utilización de repertorios tanto formales como ideológicos y que los resultados encandilan al ojo y al cerebro, y además lo hace en conexión con las vanguardias del País Vasco e internacionales.

En un montaje minimalista se exhiben colgados de un hilo a la manera de móviles un Conjunto de piezas colgantes de diversos materiales (2020). Son piezas delicadas, efímeras, exquisitas, que van desde cuelgues a pendientes, pulseras, anillos u objetos de raigambre dadaísta.

En un expositorio/mostrador se ofrecen un Conjunto de piezas de diversos materiales (2020), que tienen más que ver con el círculo como anillo, pulsera, collar, en un alarde de formas geométricas y desarrollos experimentales que dejan gratamente sorprendidos. Entre la razón y el azar, entre la geometría y el surrealismo, círculos concéntricos y excéntricos que bien podrían convertirse en esculturas.

Unida a estas propuestas hay dos grandes esculturas objetuales ST (2020), alegoría de cierres y colgantes, de carácter informe e inestable. Lucha entre lo permanente y lo inestable, entre lo informe y lo rígido.

Sobre una mesa expone Un ecosistema: plata. Plutón (2019), compuesto de diversos materiales que ofrecen pequeños objetos circulares y rectilíneos u objetos que parten del plano centrífugo, hasta convertirse en objetos tridimensionales. Dibujos y pinturas sobre portadas de revistas femeninas con formas y colores mix, llenas de rectas y curvas, ofrecen un universo rico y pluriforme, tan del gusto eléctico de las últimas vanguardias.

Por último, como homenaje a Donald Judd, se ofrecen dos Spray sobre metacrilato, Judd 1 y 2 (2019), y una composición ST (2020), de metal sobre rejilla de metal como homenaje y guiño al caliente minimalista americano.