l aire con sabor a salitre, el pasto verde de sus tierras, su apego por la tradición, un compartido exilio secular y su imbatible espíritu combativo siempre han trazado una conexión especial entre Irlanda y Euskadi. Lo pudieron constatar en sus visitas The Pogues, cuyo folk-punk animó múltiples noches festivas y beodas en nuestra tierra en los 80. Ahora, Warner rescata las incendiarias sesiones del grupo en la radio pública británica a mediados de la década, en su época más deslumbrante.

El artefacto recuperado se titula The BBC sessions 1984-1986 y rescata tres décadas y media después nada menos que 23 canciones de sus tres primeros discos, grabadas en sus primeras sesiones en la radio pública británica por un grupo que ha pasado a la historia como la simbiosis perfecta entre los aires y ritmos tradicionales The Dubliners y el punk de Sex Pistols y The Clash, y que hasta que fue expulsado por su dependencia de la botella, estuvo liderado por el poeta borrachuzo Shane McGowan.

Vocalista desgarbado y con dentadura mellada, Shane era un protopunk, un joven a quien ver en directo a Sex Pistols le cambió la vida y que vivía en la capital inglesa desde los siete años, cuando su familia dejó Irlanda. El joven, que empezó con el bajo y la guitarra antes de lanzarse a cantar como si la vida le fuera en ello, procedía de una familia artística, ya que su madre ganó varios concursos comarcales de canto, y su padre fue un hombre de letras en Dublín. Tras trabajar como camarero, en un supermercado y hasta de ¡bedel en la embajada de la India en Londres!, optó por trasladar al presente de los 80 la rica tradición de canciones irlandesas.

En un contexto marcado por los nuevos románticos y los sintetizadores de Ultravox y Visage, y el folk “diluido”, según Shane, de Dexy’s Midnight Runners, Shane impulsó Pogue Mahone, el antecendente de The Pogues y nombre que en gaélico significa “bésame el culo”. Toda una declaración de intenciones del vocalista y sus secuaces desde que azotaron los garitos del norte de Londres desde finales de 1981. En su primera sesión en la BBC, con una formación en la que sonaban banjos, acordeones, un bajo y una batería minimal, aún arrastraban su nombre inicial, pero ya dejaron muestras de su arrebatadora propuesta junto al DJ estrella John Peel.

Como prueba el disco actual, tocaron cuatro canciones pero solo se emitieron tres, ya que los directivos de la radio censuraron Boys of the county hell por la avalancha de tacos que incluía. Junto al tema, ahora rescatado, ya deslumbró uno de sus primeros himnos, el mítico Streams of whiskey, que resumía la esencia libertaria y beoda de Shane cuando cantaba “me voy por cualquier camino por el que el viento pueda soplar/me voy allí donde los ríos de whiskey fluyan”. Y unos meses después, en otra sesión posterior, cayó Whiskey you’re the devil, dedicada al alcohol, que llevaba al grupo “por el mal camino”.

No en vano, el bebercio fue consustancial al desarrollo del grupo y sus caóticos conciertos. Cait O’Riordan, su bajista y primera esposa de Elvis Costello, confesó que había pasado borracha los dos años que compartió con la banda. Apodada Rocky por su facilidad para llegar a las manos a la mínima ocasión, se vio envuelta en múltiples peleas fuera del escenario y sobre él, allí donde Spider usaba su cabeza como percusión al golpearla con una bandeja de cervezas. Entre ellos mismos, en ocasiones, solo al discutir qué canción iba después.

Su fama corrió por Londres y, con el apoyo de Stiff Records y salvando algunas censuras, llegó su debut, Red roses for me, en 1984. De él, las sesiones de la BBC recogen versiones como la del mítico Danny boy (un himno para la diáspora irlandesa) y temas propios como Sally MacLennane, una canción de exilio, pérdida, alcohol y muerte. Su leyenda de grupo controvertido y difícil se consolidó con giras internacionales varias, una incluida con Costello, en la que vivieron todos los tópicos del mundo del rock.

Siguió Rum, sodomy and the lush (1985), con Costello a la producción, un mejor sonido, más arreglos y clásicos como A pair of brown eyes o su versión de Dirty old town, ambas emitidas por la BBC. Las sesiones adelantan también If I should fall from grace with God (1998), su consagración gracias a la producción de Steve Lillywhite y una apertura al country, western, jazz y sonidos orientales y latinos. El álbum actual rescata el tema titular, en el que se explicitaba su vena política al reclamar “esta tierra nuestra, el orgullo de nuestros padres”, además de Turkish song of the damned, la nana Lullaby of London… Como colofón, en diciembre se estrenará el documental sobre Shane impulsado por Johnny Depp, adelantado en el último Zinemaldia.