agallanes y Elcano como astronautas a punto de lanzarse a una misión hacia lo desconocido. El viaje que emprendieron hace 501 años para dar con la primera circunnavegación de la historia tiene mucho que ver con las expediciones espaciales y, bajo esa premisa, el director andaluz Manuel H. Martín ha dirigido el documental El viaje más largo, que se presenta hoy en la Seminci de Valladolid, y que cuenta con la animación de la irundarra Dibulitoon Studio para dar vida a "tantísimos elementos de aventura" que vivieron durante su larga y dura peripecia.

La exposición en torno a la primera vuelta al mundo comisariada por Antonio Fernández que se pudo ver el pasado año en el Archivo General de Indias de Sevilla y que finalmente no pudo viajar al Museo San Telmo de Donostia a causa del COVID-19 es el germen de este filme hispanoportugués. Fascinado por la historia completa de esta travesía, Martín ha querido construir un documental didáctico "muy entretenido, pero también científico": "Me gustaban los elementos de aventuras: el viaje hacia nuevas rutas, la competencia con Portugal por ser la primera potencia, algo muy equiparable a la Guerra Fría, las desdichas que sufrieron los marineros...".

Con un lenguaje tan cinematográfico, el cineasta buscó repetir la fórmula que ya utilizó en 30 años de oscuridad -el documental sobre Manuel Cortés, alcalde de Mijas que estuvo encerrado tres décadas en su propio hogar y que inspiró el filme La trinchera infinita-, en el que combinaba testimonios y citas con imágenes de animación. Añadiéndole además una notable similitud con la carrera espacial que nadie antes se había atrevido a poner.

"Diseñé el documental bajo el punto de partida de querer compararla con otras expediciones como pudo ser el viaje a la Luna o las que ahora se pueden estar gestando por conocer otros mundos. Todos ellos son viajes científicos dentro de un viaje, obviamente, económico. Con su vuelta al mundo, Magallanes y Elcano cambiaron por completo la percepción que se tenía de la Tierra. Nunca antes nadie había atravesado el Pacífico", explica el también director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva.

Así, Martín no se limita únicamente a contar cómo fue la odisea, también se centra en las similitudes a las que puede enfrentarse un astronauta hoy en día como el confinamiento en un espacio reducido, los problemas a la hora de conservar los alimentos, la preparación mental necesaria y hasta el espionaje entre Portugal y España por saber qué conoce el otro sobre los mares que recuerda mucho al de la URSS y EEUU por ser la primera potencia espacial. De hecho, tal y como se indica en un momento del documental, cabe detenerse y reflexionar en el origen de las palabras destinadas a la aeronáutica espacial: "Seguimos refiriéndonos a astronautas como navegantes del espacio, y a naves espaciales para hablar de los cohetes".

El cineasta incluso ha introducido elementos pop que lo acercan a la ciencia ficción. Una idea no tan ajena a lo que realmente pudo ser. "En aquel entonces, la religión jugaba un papel fundamental ante lo desconocido y el mar lo era. Se hablaba de monstruos marinos gigantes como nosotros podemos hablar de alienígenas en las películas espaciales", explica.

Elementos cinematográficos

"El coste humano de tal hallazgo fue tremendo"

A pesar de este enfoque novedoso, El viaje más largo no se olvida de su condición didáctica y narra con detalle los tres años del viaje, desde aquel 20 de septiembre de 1519 en Sanlúcar de Barrameda hasta la llegada de únicamente 18 tripulantes y un único navío de los cinco iniciales el 6 de septiembre de 1522.

"La historia cuenta con todos los elementos necesarios para ser entretenida. Hay disputas internas casi desde el primer momento, una lucha entre españoles y portugueses por hacerse con el mando, multitud de problemas, combates con indígenas, muertes...", indica Martín, que también ha tomado como inspiración la novela El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, como tránsito a esa locura interior que vivieron los protagonistas ante tanta suma de desdichas.

De este modo, el espectador conoce de forma amena el origen del viaje, las dudas de los integrantes españoles de la expedición sobre Magallanes en San Julián, donde quedaron varados varios meses, el hallazgo del canal que daba al Pacífico y el enfrentamiento contra una tribu indígena en Filipinas en el que el portugués pereció poco antes de hacerlo el resto de capitanes traicionados por otro clan; lo que a la postre supondría el ascenso de Juan Sebastián Elcano como capitán.

Es en este punto cuando el marino de Getaria pasa de ser un personaje secundario a ser el principal protagonista del documental. "En tiempos de pandemia como estos es más importante si cabe la supervivencia y se pone todavía más en valor lo que consiguió Elcano. Regresó a España cuando toda la armada portuguesa lo estaba buscando", señala el cineasta que, al igual que también apunta en la película el director de Euskal Itsas Museoa, Xabier Alberdi, "sin Elcano, el viaje de Magallanes se habría perdido en la historia, y sin Magallanes, Elcano jamás habría dado la primera circunnavegación".

Una primera vuelta al mundo que cambió por completo la percepción que se tenía de la Tierra. Una nueva visión a costa de muchísimas muertes. "El coste humano de tal hallazgo fue tremendo, pero a lo largo de la historia te encuentras con hitos similares. En todo avance se han perdido muchísimas vidas y es la propia historia la que tiene que valorar si sirvieron para algo", añade el andaluz, que espera que el documental sirva para que cada espectador reflexione sobre esa cuestión.

El director Manuel H. Martín narra las múltiples desdichas de la expedición, actualizándola con otros descubrimientos científicos