ay quien cree que bajo la luz de este mismo Sol, o de cualquier otro más allá de los confines de nuestra galaxia, existieron humanos. Que pudieron ser los antepasados de los egipcios o de los toltecas, o de los mayas, que pudieron ser los arquitectos de las grandes pirámides, o de la perdida civilización de Lemuria o de la Atlántida. Y hay quien cree que aún hoy pueden existir hermanos del hombre, que siguen luchando por su supervivencia lejos, allá lejos, muy lejos, entre las estrellas". Así daba comienzo cada capítulo de Galáctica, estrella de combate, una producción estadounidense de la ABC nacida al albor del éxito cinematográfico de La guerra de las galaxias, que TVE reservó para las sobremesas del verano de 1983. Su banda sonora todavía pone los pelos de punta.

Ideada por Glen A. Learson -quien años después pondría en marcha El coche fantástico-, se trataba de la producción más cara realizada hasta entonces para televisión: el episodio piloto alcanzó los siete millones de dólares y el resto de sus 24 episodios salió a millón por capítulo, pero fue incapaz de ganar la batalla de las comparaciones con Star Wars y se quedó en una sola temporada, lo que no impidió que su pase en España y otros países fuera un éxito. Aunque tampoco en Estados Unidos cayó en el olvido, ya que poco después se puso en pie una secuela titulada Galactica 1980, que no funcionó y en 2003, ahí sí, el remake Battlestar Galactica, que triunfó en medio mundo.

El estreno de la serie original, en 1978, provocó una demanda de la 20th Century Fox, productora de Star Wars, contra Universal, productora de Galáctica, a quien acusaban de plagio y robo de ideas, a lo que esta respondió con otra demanda denunciando que Star Wars había robado ideas de la saga Buck Rogers y la película Naves silenciosas. El juicio quedó sobreseído.

La serie, pese a los muchos años transcurridos desde su estreno, se editó hace años en DVD a un precio casi tan elevado como el coste de su producción original y permitió a unos pocos recordar aquellas aventuras espaciales que hicieron famoso a Dirk Benedict antes de alistarse en El equipo A. Resumiendo mucho, la serie arrancaba con el ataque de unos robots rebeldes y el inevitable científico humano malvado que exterminan la población humana que vivía repartida en doce planetas. Solo quedan vivos los ocupantes de la nave Galáctica, que pudieron hacer frente al ataque, y que emprenden el camino en busca de la salvación hacia el decimotercer planeta: la Tierra. Pero el viaje volverá a estar plagado de contratiempos y violentos ataques.