- Como profesor de Musikene, ¿qué ve en los alumnos que llegan al centro? ¿Qué intereses tienen?

-La gente que viene, lo hace con una gran fuerza, pasión y determinación de que lo que quieren hacer es esto. Es realmente emocionante. Y salen como motos.

Es habitual que durante su formación saquen adelante proyectos.

-Son carreras de cuatro años e incluso en ese periodo de formación, tienen casi hiperactividad. Hay alumnos que en ese tiempo han grabado discos, no han tenido necesidad de terminar. Me parece muy interesante que la mayoría de los alumnos tengan una inmensa personalidad musical cuando llegan. Vienen a hacer la música que quieren hacer, más allá del título universitario con el que van a salir. Me parece un factor diferencial con otras carreras u otros tiempos.

El modelo educativo de Musikene favorece que los alumnos se junten para sacar adelante proyectos.

-Eso es. Musikene tiene prestigio a nivel internacional, en parte, por ese factor. Se intenta que la enseñanza sea eminentemente práctica y, desde luego, se facilita y se pone a disposición del alumnado los medios necesarios para sacar adelante sus proyectos. Por ejemplo, en el departamento de Jazz tenemos un convenio con un estudio de grabación para que a los alumnos disfruten de descuentos. Otro convenio es con el Jazzaldia; es una enseñanza que demuestra que quiere que los alumnos salgan a los escenarios. También se busca que alumnos de diferentes carreras se unan.

Los alumnos también tocan con los profesores.

-Es algo muy interesante que se produce desde que en Musikene se abrió el departamento de Jazz: los alumnos tocan con profesores y los profesores, con alumnos. No es que solo vayamos a Altxerri y hagamos una jam session, que también, esa transversalidad alumnos-profesores se ha traducido en proyectos profesionales.

¿Por ejemplo?

-Yo he trabajado muchísimo con la cantante Ainara Ortega. Asier Oleaga es un batería muy habitual en discos míos, también el contrabajista Javier Mayor... A todos ellos los he conocido como alumnos de Musikene. Fue gente que me pareció muy interesante cómo tocaba y les empecé a invitar a mis conciertos y ha resultado en una relación súper enriquecedora, también en ámbitos profesionales. Y cuando hablamos de mundo profesional, no ha sido en calidad de becarios, como mano de obra barata; ha sido pagándoles su caché. Lo mismo que conmigo, se ha dado con otros profesores y otros alumnos.

Durante el tiempo de confinamiento han mantenido las clases telemáticas. ¿Cómo lo ha llevado?

-Ha sido difícil. Pero tenemos la suerte de vivir en la época de la tecnología y que a todos nos ha pillado con un ordenador en casa. Pero todo ha sido muy raro. Tocar juntos en tiempo real, algo que en una clase es muy importante, no lo puedes hacer, porque el mínimo retardo no te lo permite. Estamos deseando volver a las aulas.

"Si Musikene tiene prestigio a nivel internacional, en parte, es porque se intenta que la enseñanza sea eminentemente práctica"

"Son carreras de cuatro años e incluso en ese periodo de formación hay alumnos que han grabado discos"