uen amigo" del Zinemaldia, "uno de los mejores actores de la cinematografía mundial", un intérprete "valiente", Premio Donostia en 2005 y con una carrera "incontestable", el estadounidense Willem Dafoe será la imagen principal de la 68º edición. Así lo dio a conocer ayer el director del Festival Internacional de Cine, José Luis Rebordinos, y la directora de Comunicación, Ruth Pérez de Anucita, en la tradicional rueda de prensa anual de presentación de las imágenes de todas las secciones que suele servir de inicio de la cuenta atrás de la cita cultural más importante del verano.

La de Dafoe fue "la primera opción" que barajó el Zinemaldia, según apuntaron Rebordinos y Pérez de Anucita. La confirmación del actor llegó enseguida. "Nos dijo a todo que sí", aseguró el máximo responsable del encuentro, quien añadió que tras haber seleccionado para anteriores carteles a una actriz francesa y a otra española, era hora de saltar el Atlántico.

Con más de 120 películas a sus espaldas, cuatro nominaciones al Óscar y tres a los Globos de Oro, Dafoe pasa a formar parte un selecto grupo de estrellas seleccionadas desde hace tres por el Festival para actuar como embajadores del mismo. Así, después de dos intérpretes femeninas, Isabelle Huppert en 2018 y Penélope Cruz en 2019, le ha tocado el turno al protagonista de la Última tentación de Cristo, de Martin Scorsese.

Precisamente, el actor vistió el Festival por primera vez en 1988 para presentar esta, en su día polémica, obra y regresó nueve años después con Victory, de Mark Peploe, cinta que compitió por la Concha de Oro. Por supuesto, visitó Donostia en 2005 para recoger el premio honorífico del Zinemaldia, momento que sirvió de excusa para proyectar Before it had a name, de Giada Colagrande. La última vez que pisó el Festival fue en el año 2014, en la que presentó Pasolini, de Abel Ferrara, en la sección Perlak.

Precisamente, en cuanto a la presencia en la siguiente edición de este camaleónico actor que ha trabajado a las órdenes de grandes del celuloide como Michael Cimino, Sam Raimi, Oliver Stone y David Lynch, entre muchos otros, Rebordinos aseguró que a Dafoe le gustaría venir a Donostia pero lo tiene difícil por las fechas de celebración del Festival -del 18 al 26 de septiembre-, dado que "en teoría" le coincidiría con un rodaje. No en vano, la situación generada por el COVID-19 ha hecho que muchas filmaciones se retrasen a septiembre.

Aún así, viendo el lado bueno de las cosas, los portavoces del certamen comentaron que la misma situación de incertidumbre que se vive puede hacer que dicho rodaje se retrase y que Dafoe pueda pisar la alfombra roja de Donostia, si es que ésta finalmente se despliega. Entre los últimos trabajos de estadounidense se encuentran The French Dispatch, de Wes Anderson -Dafoe es uno de los actores fetiche de este cineasta-, una cinta muy esperada que ha obtenido el Sello Cannes, y Siberia, también de Ferrara, que compitió en la última edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, a principios de año.

El cartel oficial presenta una fotografía de perfil de Willem Dafoe, imagen tomada por el fotógrafo Martin Schoeller y a la que se le ha sobreimpreso la imagen de una flor que parece estar colgada.

Después de dos ediciones, TGA, el estudio responsable de inaugurar la línea de los nuevos carteles, ha cedido el testigo del diseño a Patio, otra empresa vieja conocida del Festival al haber diseñado el cartel de la retrospectiva sobre Ernest Lubich en 2006 y que ha apostado por convertir el Zinemaldia en un "jardín de flores".

"Huele de cine", afirmó Asier Gesalaga, del nuevo estudio de diseño, quien aseguró que el Zinemaldia es "un gran jardín", "muy vivo", con "todo tipo flores" que son, precisamente, las "grandes películas" y "también las pequeñas que pueden hacerse grandes".

La intención de la organización es que, a partir de ahora, cada año un estudio distinto se encargue del diseño de los carteles pero, siempre, respetando la línea original creada e inaugurada por TGA.

Si una idea ha reiterado Rebordinos desde el inicio de la pandemia es que todo es pura "incertidumbre" y se mueve en el mundo de lo hipotético: "Primero pensamos que sería complicado que se pudiese hacer el Zinemaldia, después comenzamos a imaginar que podría haber uno muy reducido y ahora, honestamente creemos, y en eso estamos trabajando, que puede haber un Festival reconocible y seguro que nos gustaría que infundiera optimismo a la ciudad, al territorio y a la industria cinematográfica".

No se hablar sobre certezas, dado que "la evolución de la pandemia determinará su forma final", aunque la organización se ha adelantado y está previendo los escenarios y soluciones posibles.

En cuanto a las estrellas, se confirma que Viggo Mortensen vendrá a recoger el Premio Donostia. No en vano, vive en el Estado desde hace años. El caso de Woody Allen no está tan claro. "Él quiere venir" a presentar Rifkin's Festival, la película inaugural de la 68ª edición que rodó el año pasado en la capital y que tiene como trasfondo argumental el propio Festival de Cine. "Se está haciendo todo para que pueda hacerlo", pero aún es pronto para confirmarlo.

Rebordinos puso otro ejemplo. La cineasta Naomi Kawase tiene previsto venir a Donostia, dado que competirá por la Concha de Oro con True Mothers, no obstante quién sabe si las fronteras de Japón estarán abiertas dentro de dos meses. "Hasta principios de septiembre va a ser difícil saber quién viene y quién no", expuso el responsable.

Pese a todo, el Zinemaldia sigue trabajando y quemando etapas. "Seguimos viendo películas" aseguró Rebordinos, al preguntarle si además de los cinco largometrajes con el Sello Cannes que ya han anunciado presencia en la programación de este año, habrá alguno más. "Uno más seguro", respondió el director.

"El futuro del Zinemaldia pasa porque sea un festival de todo el año". Esta es una de las líneas de trabajo del equipo directivo del certamen desde hace años, que ha podido desarrollar gracias a la colaboración de aliados como Tabakalera, la Filmoteca Vasca y Elías Querejeta Zine Eskola; una necesidad que se ha visto confirmada por la situación actual derivada del COVID-19.

En este mismo sentido, resaltó la necesaria colaboración de distintos festivales, siempre fuera del marco competitivo y pese a que hay quien quiere "enfrentarlos". Como ejemplo de ese trabajo conjunto, Rebordinos y Pérez de Anucita destacaron la celebración del We Are One, un certamen online impulsado por Tribeca y en el que el Zinemaldia colaboró, entre otros, con Cannes, Venecia y Berlín.

El estudio Patio ha preparado una propuesta influenciada por la idea de que el Zinemaldia es "un gran jardín" lleno de flores variadas

El Zinemaldia confirma la presencia de Viggo Mortensen en Donostia; la de Woody Allen aún está en el aire aunque "él quiere venir"