- Tras 33 años y 272 publicaciones, el Gobierno Vasco puso fin ayer a la colección Bidegileak con la presentación de las últimas cuatro biografías dedicadas a Joxe Arraribel, Miren Jone Azurza, José Luis Álvarez Enparantza Txillardegi y Xole Erbiti. Con esta iniciativa, puesta en marcha en 1987, se quiere dar a conocer el pensamiento, la trayectoria y la obra de todos estos pioneros en el desarrollo y la investigación del euskera.

“No podemos olvidar de dónde venimos, ni quiénes somos. Y la colección Bidegileak es una herramienta interesante para recordarlo, ya que permite conocer la evolución del euskera”, señaló la directora de Promoción del Euskera, Estibaliz Alkorta, acompañada de tres de los cuatro autores de los últimos ejemplares del proyecto, Elixabete Garmendia, José Luis Txipi Ormaetxea y Alberto Barandiaran.

Ideada por Mikel Atxaga, Bidegileak nació hace algo más de tres décadas para poner en valor las vidas de diferentes autores de Euskal Herria, independientemente de su profesión. Así, la colección reúne un total de 272 personalidades y colectivos cuyas biografías han sido elaboradas por diferentes autores. En total, se han editado 2.300 ejemplares que también han sido colgados en la web euskadi.eus.

“El euskera batua, el uso del euskera en la educación, los medios de comunicación, la Administración y los distintos ámbitos sociales son fruto del esfuerzo y la política lingüística impulsada durante décadas por la Administración y la iniciativa social a favor del euskera, y debemos seguir avanzando y profundizando en esa línea sabiendo de dónde venimos”, recordó Alkorta.

La periodista Elixabete Garmendia ha sido la autora del libro dedicado a Miren Jone Azurza, la única de las cuatro euskaltzales que sigue viva (tiene 90 años) y que no pudo acudir a la presentación apor la crisis sanitaria. “Es toda una pionera”, como recordó Garmendia, al ser la primera periodista titulada euskaldun.

Nacida en el barrio del Antiguo de Donostia, Azurza consiguió ser la directora del semanario Zeruko Argia en la década de los 60, rompiendo de este modo la hegemonía masculina en la dirección de las tiradas de por aquel entonces. De esta época datan las crónicas que realizó sobre los diferentes pueblos de Euskal Herria. Durante doce años, desde su fundación en 1977, se convirtió en redactora de Deia, para posteriormente ser jefa de prensa del obispo Setién. En 2018 fue nombrada miembro honorario de Euskaltzaindia.

No obstante, no hay mejor resumen que el que hizo Garmendia para entender la personalidad de Azurza: “La última vez que hablé con ella por teléfono estaba enfadada porque le salía constantemente el texto predeterminado en el ordenador. Ella lo que quería era una hoja en blanco y listo. Eso demuestra cómo es y la vida libre que siempre ha querido”.

José Luis Txipi Ormaetxea conoció a José Luis Álvarez Enparantza Txillardegi con 25 años, cuando le examinó en una prueba de Euskaltzaindia. Ahora ha sido este el encargado de su biografía.

Txillardegi fue uno de los fundadores de ETA, pero, aunque en su tomo se aborda el tema político, Txipi ha preferido detenerse en su faceta como lingüista y la que era “la esencia de todas sus obras, luchas y actividades, el euskera”. “Era una persona cabezona en sus ideas, pero todos los que tuvimos la suerte de conocerle sabemos de sus luchas y actividades por el euskera”, apuntó su biógrafo.

Según Txipi, no existe mejor definición para entenderle que la que le dio Joxe Azurmendi: “Para cuando yo llegué al mundo del euskera, los planteamientos más importantes ya estaban hechos. En mi opinión, Txillardegi fue el precursor fundamental. Con él comienza una nueva marcha, la generación euskaltzale de posguerra”.

Navarra únicamente ha tenido dos técnicos de euskera. La primera fue Xole Erbiti y el segundo Alberto Barandiaran, el autor de su biografía. “Era una mujer de una gran personalidad, indicó recordando una de sus primeras fotografías en la que están ella y todas sus compañeras de clase vestidas de blanco y es la única que sonríe”, contó Barandiaran.

“Mujer de pueblo, pero de un caserío rico”, Erbiti realizó una gran aportación a la normalización del uso del euskera en Navarra. Desde su creación en 1973 hasta su jubilación se convirtió en la técnico del área de euskera, entre cuyas labores se encuentra la formación de profesores en sus primeros años.

Promotora de las ikastolas y organizadora de múltiples actividades para el fomento del euskera, en sus últimos años también realizó una importante aportación al periodismo en euskera con “paisajes humanos” de los diferentes pueblos navarros.

En la presentación no puedo estar Miel Elustondo, autor del tomo dedicado al escritor y fraile benedictino Joxe Arratibel, “un contador de una especie que ya no existen”, tal y como apuntó la directora de Promoción de Euskera.

Nacido en Ataun en 1923, desde muy pequeño fue un gran aficionado a los cuentos antiguos que posteriormente empezaría a escribir animado por el cura José María San Sebastián Latxaga. Así, durante su vida publicó numerosos libros como Kontu Zaharrak, Mari Xor eta beste, Dirua neurteko ontzia, y su último trabajo, Izugarriak. Falleció en 2011.

La colección reúne las vidas de 272 euskaltzales en 2.300 ejemplares “para conocerlos y saber la evolución del euskera”

“Fue una mujer con una gran personalidad, realizó una gran labor por el euskera en Navarra”

Autor del tomo de Xole Erbiti

“Todos los que le conocimos sabemos de sus actividades y sus luchas por el euskera”

Autor del tomo de ‘Txillardegi’

“Es toda una pionera, fue la primera periodista euskaldun titulada. Siempre ha sido libre”

Autora del tomo de Miren Jone Azurza