donostia - Le tocaron las fichas blancas pero, como a todos les acaba ocurriendo, al actor Max von Sydow, Premio Donostia en 2006, le acabaron perdiendo por jaque mate. Fue en 1957 cuando rodó El séptimo sello, la primera de una fructífera carrera de colaboraciones con el sueco Ingmar Bergman, en la que interpretó uno de los papeles más reconocibles de su filmografía, el del caballero cruzado Antonius Block que pospone ser llevado por la Parca -Bengt Ekerot- dilatando una partida del juego de mesa de reinas y peones, mientras encuentra sentido a la vida. "¿Nadie se te escapa?", es la pregunta que el personaje de Von Sydow le hace al de la guadaña, una cuestión para que el intérprete tuvo ayer una respuesta definitiva, para congoja del séptimo arte.
Max Carl Adolf von Sydow, intérprete sueco pero nacionalizado francés, falleció el domingo a los 90 años de edad, según dio a conocer ayer su mujer, la documentalista francesa Catherine Brelet, a la revista Paris Match: "Con el corazón roto y una tristeza infinita, tenemos el dolor extremo de anunciar la partida de Max von Sydow". El actor fue un exponente del cine europeo, con gran arraigo también en la cinematografía estadounidense -fue el padre Merrin en El exorcista, de William Friedkin, y Jesucristo en La historia más grande jamás contada, de George Stevens-, y con una larguísima carrera actoral que mantuvo hasta su muerte. No en vano, su último trabajo para la gran pantalla, Echoes of the past, de Dimitrios Katsantonis, un drama sobre la Segunda Guerra Mundial, se encuentra actualmente en posproducción.
Nacido el 10 de abril de 1929 en Lund, Suecia, comenzó su carrera interpretativa en el teatro, espacio que siempre reivindicó y en el que también trabajó con Bergman. En 1948 accedió al Teatro Real de Estocolmo, donde se formó como actor. "El teatro es donde me crié, ha sido mi trasfondo, mi historia, es realmente mi preferencia", aseguró Von Sydow cuando visitó Donostia en 2006 para recoger el galardón honorífico a toda su carrera que le otorgó el Festival. Pese a su "preferencia", acumuló a sus espaldas más de 130 papeles en el cine.
Su primer trabajo de calado fue el citado papel de cruzado en El séptimo sello. Ese mismo año participó en Fresas salvajes, también de Bergman y, aunque se cita en los listados como uno de los papeles a recordar de Von Sydow, la realidad es que apenas aparece unos pocos minutos en la pantalla. 1957 fue el gran año de Bergman y además de producciones teatrales y de las citadas dos películas para la gran pantalla, también estrenó su primera incursión en la televisión, Llega el señor Sleeman, en la que también contó con Von Sydow.
No se puede hablar del intérprete sin hablar de su docena de trabajos con el cineasta responsable de Fanny y Alexander (1982). Hasta tal punto es así, que aún hoy se mantiene la idea de que los papeles que Bergman escribía para Von Sydow eran trasuntos del propio director y dramaturgo, extremo este último que el propio actor desmintió, también en su paso por el Zinemaldia: "Muchos personajes reflejan parte de su personalidad. Si acaso he sido parte de su personalidad cinematográfica al igual que otros actores, pero no lo he sido más que otros, especialmente mujeres".
Continuaría con Bergman en obras como El rostro (1958), Rabies (1958), En el umbral de la vida (1958), El manantial de la doncella (1960), Como en un espejo (1961), Los comulgantes (1962), La hora del lobo (1968), La carcoma (1971) y La vergüenza (1973), entre otros. Pese a su estrecha colaboración durante tres décadas, ambos se fueron distanciando. Tanto es así que, pese a que Von Sydow sí aparece en los Cuadernos de trabajo que Bergman redactó entre 1955 y 1974 -publicados por Nórdica en el Estado-, no es mencionado ni una sola vez en las memorias del cineasta, La linterna mágica -Tusquets Editores-. El actor tampoco asistió al funeral tras el fallecimiento de Bergman en 2007.
cineastas 'bergmanianos' Asimismo, en su extensa carrera, también rodó con cineastas bergmanianos, tales como el danés Bille August y el estadounidense Woody Allen.
Con el primero, rodó Pelle, el conquistador (1987), con la que logró su primera nominación al Óscar a mejor actor por el personaje de Lasse, un padre que hará todo lo posible para que su hijo, Pelle, prospere, y que, finalmente, le arrebató Dustin Hoffman por su papel en Rain man -el largometraje, en cambio, se alzó con el reconocimiento a Mejor película de habla no inglesa-. La siguiente nominación al Premio de la Academia de Hollywood llegaría casi un cuarto de siglo después con su trabajo en Tan fuerte, tan cerca, de Stephen Daldry(2011).
Un año antes de trabajar con August, Von Sydow colaboró con otro bergmaniano reconocido. Woody Allen le ofreció el papel de Frederick en Hannah y sus hermanas (1986), uno de los tres contrapuntos masculinos a los personajes que interpretaron Mia Farrow, Carrie Fisher y Barbara Hershey.
un icono internacional El salto a la cinematografía internacional vino de la mano de George Stevens y La historia más grande jamás contada (1965) en la que interpretó a Jesucristo. Paradójicamente, también interpretó al demonio -fue su voz, en The Soldier's Tale (1981)-, figura bíblica a la que también combatió en la citada El exorcista (1975) y en su secuela, El hereje (1977).
El propio Von Sydow llegó a afirmar quejoso que su participación en filmes de temática religiosa -muchos de sus trabajos de Bergman se podrían ubicar también en este ámbito-, le provocaron un temor de "encasillamiento". "Llegó a constituir un gran problema. No sé cuántas veces he tenido que decir no a este tipo de proyectos", aseguró en su paso por Donostia hace más de una década.
El temor nunca se materializó y desde una perspectiva amplia de su trayectoria, se observa en lo variado de los registros de sus personajes: Von Sydow fue el principal villano de James Bond en Nunca digas nunca jamás, de Irvin Kershner (1983), y también fue el emperador Ming, el antagonista de la adaptación al cine del clásico del cómic Flash Gordon (1980).
Aún más, trabajó para Steven Spielberg en Minority Report (2002); colaboró con Robin Williams y Robert de Niro en Despertares, de Penny Marshall (1990); y se puso a las órdenes de Martin Scorsese en Shutter Island (2010), de David Lynch en Dune (1984) y de Syndey Pollack en Los tres días del cóndor (1975); todo ello, intercalando actuaciones a los dos lados del Atlántico. En este sentido, fue el narrador de Europa,de Lars von Trier (1991); participó del elenco internacional que Bertrand Tavernier levantó para su Muerte en directo (1980) y también filmó con Valerio Zurlini en El desierto de los tártaros (1976).
blockbusters recientes Dentro de ese afán camaleónico de meterse en la piel de personajes que no le "encasillasen", las generaciones más jóvenes -y las que no lo son tanto- han podido ver al intérprete sueco en la séptima parte de la saga de La guerra de las galaxias y también en la sexta temporada de la popular serie de la HBO Juego de tronos.
En ambas producciones tuvo pequeñas intervenciones pero relevantes para la trama. Fue Lor San Tekka, un miembro de la resistencia que lucha contra la Primera Orden en Star Wars: El despertar de la Fuerza, de J.J. Abrams (2015) y el Cuervo de Tres Ojos en Juego de Tronos.
Max von Sydow rodó más de 150 películas y fue un actor fetiche para Ingmar Bergman, con el que colaboró en doce cintas
El intérprete trabajó con multitud de registros: fue Jesucristo, el padre Merrin en 'El exorcista' y villano de James Bond, entre otros