vitoria - Tres peritos calígrafos que declararon en la sesión de ayer en el juicio por la presunta falsificación de grafitos en el yacimiento alavés de Iruña-Veleia no pudieron concluir que estos los hiciera el exdirector de esta explotación y principal imputado en este caso, Eliseo Gil.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria acogió ayer la declaración de dos peritos de la Ertzaintza y otra experta en caligrafía que elaboró un informe para la Diputación de Álava, propietaria del yacimiento y personada como acusación particular. Los tres explicaron que, para elaborar sus estudios, les remitieron informes y fotografías de los supuestos grafitos falsos hechos sobre arcilla y de los escritos e imágenes que, según han declarado varios arqueólogos en el juicio, Gil realizó sobre madera en la reproducción de una letrina para ser exhibida. El exdirector del yacimiento solo ha reconocido haber hecho los dibujos de esta réplica.

Los tres indicaron que observaron “coincidencias morfológicas”, que la perito de la Diputación calificó de “muy relevantes”, “llamativas” y “elocuentes”. Pero ninguno pudo concluir que fueran hechos por la misma mano porque, según explicaron, no existe un método científico en todo el mundo para poder establecer conclusiones de este tipo analizando grafías hechas sobre materiales diferentes donde no se pueden estudiar y comparar aspectos importantes para los peritos caligráficos como la presión, la velocidad, los gestos tipo y la motricidad fina.

“No dudamos de las coincidencias (en la grafía), que se dan, existen”, incidieron los dos peritos de la Er-tzaintza que, sin embargo, añadieron que pese a ello no pueden concluir que se trate de la misma mano porque no existe un método científico para abordar este trabajo y para poder desarrollarlo se necesitaría tiempo y recursos.

En la misma línea se pronunció la perito que elaboró el informe para la Diputación alavesa, quien destacó en que al ser materiales diferentes no se pueden valorar aspectos como la presión, la inclinación, la velocidad y los gestos típicos, lo que “perjudica” y no da seguridad al experto en sus conclusiones. Si bien, también señaló que ella ha observado “parecidos muy relevantes que no son fruto del azar” con “coincidencias en 14 letras” pero “sería aventurado” por su parte asegurar que se trata de la misma mano. Además, aseguró que lo correcto hubiera sido pedirle a Gil que escribiera sobre una de las piezas, pero que le respondieron que era una “bobada”, aunque no cree que hubiera llegado a “buen puerto” porque no hay una metodología científica que haya analizado situaciones similares a esta.

El pasado lunes los ertzainas que investigaron el caso de Iruña-Veleia aseguraron en el juicio que en este yacimiento se cometió “la mayor falsificación o manipulación” realizada sobre material arqueológico romano y que “todos los indicios” apuntaban a una “maniobra orquestada” por Eliseo Gil, el arqueólogo Óscar Escribano y el físico Rubén Cerdán.

La Fiscalía pide Gil y Cerdán cinco años y medio de cárcel, mientras que Escribano ha llegado en el arranque del juicio a un acuerdo tras reconocer que hizo una inscripción sobre una pieza a modo de “broma” y ha aceptado un año de cárcel. - Efe