cuenta Lucía Alemany que a la hora de enfrentarse a la grabación de su opera prima, decidió rodar una historia que conociese a la perfección: la suya propia. “Vengo de un pueblo, de criarme en la calle, no tengo una gran cultura cinematográfica y para mi primera película tenía que hablar necesariamente de algo que conociera y pudiera manejar al cien por cien”, cuenta la cineasta valenciana sobre La inocencia, la historia de una menor que se queda embarazada y quiere abortar sin que sus padres se enteren.

“A partir de ahí, todo fue hilar; fui metiendo cositas mías, de mi pueblo, Traiguera. Todo lo que pasa en la cinta es mi background de vida”, asegura Alemany sobre la película, que cuenta con nominaciones a los Goya de Mejor actriz revelación -Carmen Arrufat- y Mejor canción.

Precisamente Arrufat da vida a Lis, una adolescente que sueña con convertirse en artista de circo y salir de su pueblo, aunque sabe que para conseguirlo tendrá que pelearlo duramente con sus padres. Es verano y Lis se pasa el día jugando en las calles del pueblo con sus amigas y tonteando con su novio, unos años mayor que ella. Pero ese verano idílico llega a su fin y, con el inicio del otoño, Lis descubre que está embarazada. “El sueño de Lis de hacer circo se conecta con su necesidad de escapar de un pueblo y una familia que la encierran en un mundo que no está de moda. Un ambiente que se le queda pequeño, viejo y algo arcaico”, explica Alemany, que asemeja a su protagonista con su propia experiencia, cuando ella misma huyó “de un lugar que me destinaría a ser algo que yo no quería ser”.

Y, paradójicamente, ese mismo lugar, el pequeño pueblo valenciano de Traiguera les recibió con los brazos abiertos para rodar La inocencia. Es allí donde se desarrollan un contexto social y unas formas de pensamiento opresivas que Lis debe vencer, “como un pez fuera del agua y un personaje fuerte que debe enfrentarse a sus miedos para avanzar hacia su futuro”. Precisamente de ello sabe Alemany, que abortó a los 17 años sin decírselo a nadie. Por ello, espera que esta película arroje luz sobre un tema que todavía es tabú y, a su vez, sea un bofetón de realidad para muchos padres que no acaban de entender que los hijos “están para romper los patrones”.