Madrid - El perfil de Instagram de Mar Torres, la exnovia de Froilán, es un absoluto éxito. No hace ni una semana que está abierto y ya cuenta con 25.000 seguidores (y subiendo). La joven tiene claros cuáles van a ser sus próximos pasos profesionales y no le importa pagar el peaje.

Además, su relación intermitente con Felipe de Marichalar vive ahora un sonoro parón. Lo justo para poder centrarse en sus propias aspiraciones sin importar el qué dirán y obviando la obligada discreción royal.

Este fin de semana, la joven ha aprovechado para darse un paseo por el Madrid más navideño. La influencer ha compartido varias imágenes del centro de la capital, donde el Ayuntamiento ha instalado una inmensa bola de 12 metros de diámetro y casi 7 toneladas a la entrada de la Gran Vía con la calle Alcalá. Esta esfera de led gigante sirve de escenografía al nuevo look que nos ha regalado Torres, en el que la estrella son unas zapatillas de D&G y un abrigo de paño de 650 euros firmado por Roberto Verino.

Muchos se han preguntado estos días qué opinará la familia de Felipe, Froilán, sobre el cambio de Mar Torres. Las fotos que ha compartido están, por decirlo suavemente, algo alejadas del canon royal al que nos tienen acostumbrados los Borbones. De momento, tanto la infanta Elena como Jaime de Marichalar han preferido guardar un prudente silencio y no han contestado a las interrogantes de los periodistas.

En cuanto al sobrino del rey Felipe VI, mientras las portadas de la prensa rosa digital se llenaban con las imágenes de su exnovia en su versión más sexy, ha pasado unos días en Ámsterdam, según informó Vanitatis. Froilán se ha mantenido a salvo de la curiosidad pública y ha viajado acompañado de un amigo. Paseando entre canales y disfrutando de la bellísima capital de los Países Bajos, el hijo de la infanta Elena ha logrado esquivar la curiosidad pública.

Froilán regresó a Madrid en un vuelo de Air Europa a última hora de la tarde del viernes. El nieto del rey Juan Carlos iba vestido con colores oscuros y llevaba una gorra negra, por lo que buena parte del pasaje (en turista, por cierto) no le reconoció. Se sentó y estuvo mirando el móvil un rato, ¿quizá cotilleando el perfil de Instagram de Mar? Quizá, aunque quien lo vio apunta a que eran vídeos de los ratos que había pasado con su amigo, sentado detrás de él, en la ciudad holandesa.

La relación de Mar Torres y Felipe Marichalar ha sido como el Guadiana desde que se conocieron en el año 2016. Los dos se juntaron siendo aún adolescentes en la SAFA de Sigüenza, un internado al que él acudió tras repetir curso. Sus padres, hartos de sus malas notas, decidían mandarlo en 2014 a este centro en el que hizo muchos amigos, entre ellos la heredera de ElPozo. Fue allí donde empezó su amistad. - N.G.