Cuatro mujeres y otros tantos buzones de voz. Este es el planteamiento de la nueva obra de Tanttaka Teatroa, Utzi zure mezua seinalearen ondoren, que se representará hoy y mañana en euskera en el Principal de Donostia, mientras que el fin de semana se han programado sesiones en castellano con el nombre Deje su mensaje después de la señal. Se trata de una adaptación de la novela homónima que la donostiarra Arantza Portabales publicó a mediados del año pasado, una versión que ha sido dirigida por Fernando Bernués.
El director, que este año ha vivido el estreno en pantalla grande la adaptación de otra obra literaria, Soinujolearen semea, explica que el libreto sigue los pasos de cuatro mujeres que en su soledad dejan mensajes en los contestadores de cuatro hombres con el fin de conocerse a sí mismas y afrontar “los momentos complicados” de sus vida. “Desde ese silencio y soledad, esta es la manera de relatar su vida y encontrar un modo de racionalizar lo que están viviendo, de exteriorizarlo, de ponerle palabras y, por lo tanto, de tomar decisiones”, comenta a este periódico.
Aunque parece que son historias independientes, Utzi zure mezua seinalearen ondoren aborda cuatro relatos que van convergiendo en un escenario compartido pintado de contemporaneidad y que simula el interior de un piso.
Marina es una abogada matrimonialista a la que su marido acaba de abandonar después de siete años de matrimonio. Carmela, por su parte, es una sesentona enferma de cáncer que, para no preocupar a su hijo médico y no hacerle volver del Sáhara, utiliza este sistema de mensajes que entronca la obra. Sara es la tercera protagonista, una joven de una familia adinerada con un matrimonio a la vuelta de la esquina, pero que ha tenido un amago de suicidio con pastillas. Lo joven emprende un tratamiento con su terapeuta, con la condición de que este se desarrolle únicamente mediante audios. Por último, Viviana es una gallega que vive en Madrid, y aunque su familia cree que es empleada de Ikea, trabaja de prostituta. Al fallecer su padre, le habla a su contestador para contar todo aquello que nunca le explicó sobre su devenir: “Mediante el relato de estas cuatro mujeres conoces también quiénes son esos hombres”.
“Me gusta la valentía, el coraje y el humor con el que afrontan la vida”, indica el director, que añade que el hecho de que los personajes dejen mensajes en un contestador le recuerda a otro tiempo, al territorio epistolar, cada vez menos transitado, “donde uno, de alguna manera, se confiesa o tiene el tempo de ser más preciso en la descripción de sus emociones y sentimientos”.
la adaptación Bernués, que es también el encargado de adaptar la novela con Kike Díaz de Rada, explica que el texto de Portabales es “muy sintético” dado que, precisamente, está escrito como los mensajes que las protagonistas han dejado grabados
Aunque ha destacado recientemente por su inmersión en la novela negra, la escritora donostiarra, según recuerda Bernués, procede del mundo de los “microrrelatos”: “Aunque se lee muy rápidamente, adaptarla a una hora y 40 minutos ha sido un ejercicio importante y exigente; sobre todo, destilar la esencia de cada uno de los mensajes”. En este sentido, explica que no han podido respetar la totalidad de los mensajes originales, aunque han condensar varios en uno.