“Es normal que los hombres hoy sientan una cierta desubicación”
La escritora Karmele Jaio vuelve a la novela con ‘Aitaren etxea’
donostia - “Es por mi forma de escribir. Hay quien hasta que no lo tiene todo muy claro, no se pone a ello. No es mi caso, me pongo sin saber exactamente todo lo que quiero contar. Tengo una intuición, sé lo que, más o menos, quiero decir pero no cómo, así que el proceso es un descubrimiento. Voy poco a poco. Eso tiene el peligro de meterte por caminos que no tienen salida, claro. Y con este libro me ha pasado. Al principio me metí por unas sendas de las que tuve que volver. He tirado a la papelera muchas cosas que había escrito, también condicionada por el tema que se trata pero creo que, aunque me ha costado, al final he encontrado el camino”, asume la escritora y periodista Karmele Jaio cuando habla de Aitaren etxea, su nueva novela casi diez años después de la anterior, Musika airean. De hecho, reconoce que el acercamiento necesario al universo de lo masculino que ha requerido el libro editado por Elkar le ha llevado a “escribir con precaución en algunos momentos” para no caer en generalidades y tópicos.
Tres personajes dan vida a la nueva obra de la también colaboradora de NOTICIAS DE GIPUZKOA, que presentó ayer en Donostia dentro del festival Literaktum. Ismael es su protagonista, un escritor que se encuentra en un momento de bloqueo creativo y que, por un suceso familiar, tiene que estar más tiempo del acostumbrado con su padre. Junto a él aparecen su mujer y su hermana.
“Me interesaba mucho que fueran tres voces distintas y que se apreciaran las tres para resaltar cómo la misma realidad se percibe de manera diferente. Y, sobre todo, cómo en ese percibir distinto influye el lugar que ocupamos en la vida, en la sociedad”, comentó en una conversación con este medio, para después añadir que “el hombre, por circunstancias que le ocurren con su padre, tiene que pasar bastantes horas con él y tiene la oportunidad de reflexionar sobre cómo se ha construido como hombre, qué modelo de masculinidad ha recibido, si ha cumplido las expectativas? tiene muchas preguntas sobre esto. “De hecho, este libro hace, sobre todo, muchas preguntas”, expuso.
Jaio se adentra en una cuestión muy relevante en estos tiempos, tanto en el ámbito de lo social como de lo político. “Igual sí hay un cierto desconcierto entre los hombres hoy. El hombre se ha construido, sobre todo, ante lo que no tiene que ser. ¿Y qué no tiene que ser? Una mujer. En el momento en el que ha habido un cambio en el mundo de las mujeres, es normal que los hombres sientan una cierta desubicación. En el libro, de hecho, se subraya la importancia de la consciencia, de ser consciente, cada uno, desde dónde miramos y del efecto que tiene en nosotros el género y cómo nos hemos construido en base a unas normas de género. Muchas mujeres han hecho ya un trabajo de reflexión sobre dónde se encuentran, en buena medida gracias a los instrumentos que nos ha dado el feminismo, y en muchos hombres esa reflexión está pendiente”, apuntó.
Eso sí, en la novela no solo se habla de ese tránsito por parte de él, sino además del de ellas: “También se hacen conscientes de que no están hablando, decidiendo y viviendo desde un lugar neutro, sino desde uno condicionado por la sociedad, sus normas y valores. Se ve cómo hasta la decisión más íntima y personal está marcada por las normas sociales y los patrones culturales que hemos aprendido”. En este sentido, la escritora sabe que cuando desde la literatura se tocan “temas que afectan a la vida personal hay una cierta susceptibilidad”; pero que, precisamente, por ello es necesario tratarlos.
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